Ciudad de México (Récord).- Todo estaba puesto para que el 26 de mayo de 1985 se llevara a cabo una fiesta en el futbol, pero quedó grabado en la historia del Estadio Olímpico Universitario como el día en que la muerte alcanzó al balompié mexicano por un desafortunado acontecimiento que, según se dice, dejó 11 muertos y 59 heridos. Y este martes se cumplen 30 años.
Era el partido de Vuelta de la Final de la Temporada 84-85 entre Pumas y América, equipos que llegaban empatados a uno, por lo que las expectativas del segundo partido causaron un sobrecupo en CU. Había alrededor de 90 mil aficionados cuando la capacidad de Olímpico era de 68 mil, esto se dijo, situación que se causó por los boletos falsos que se vendieron, así como la ‘necedad’ de algunos aficionados de entrar, incluso escalando el mural de Diego Rivera que está en las afueras del estadio.
«Había mucha gente, ni para atrás ni para adelante. Yo estaba viendo y cuando se dio el suceso me metí al túnel ahí donde salió el señor de la foto con su hijo muerto. Yo estuve tomando fotos, pero ahí la gente de seguridad de la UNAM y del Gobierno del DF me dijeron que me iban a quitar el rollo, por eso me lo metí en los calcetines y a la cámara le puse otro», dijo a RÉCORD Carlos Medellín, entonces fotógrafo del periódico Ovaciones.
Mientras en el terreno de juego felinos y águilas peleaban por saber quién se proclamaría como el campeón, en el túnel 29 del estadio, cientos de aficionados luchaban por mantenerse con vida. Y es que el exceso de aficionados deseosos de ver el partido causó empujones y que el túnel se convirtiera en un embudo.
«La gente trataba de salir y ya cuando yo lo hice habían más compañeros ahí, pero como yo me metí los granaderos me pegaron y me quitaron mi cámara, ya después me subieron a una ambulancia y ahí a otro fotógrafo le aventé el rollo, luego perdí el conocimiento», expresó.
Hay quienes dicen que las rejas del túnel fueron cerradas y otros comentan que no, que fue la cantidad de gente lo que selló el acceso, por lo que el temor y asfixia de los aficionados fueron lo que causó que a como diera lugar quisieran salir del corredor; sin embargo, hubo quienes no corrieron con suerte, pues la avalancha humana terminó con la vida de 11 personas.
