‘Arca de Noé’ de microbios contra crisis global de salud

MUNDO.- La creación de un «Arca de Noé» de microbios buenos podría ser la solución a la crisis global de salud que refleja el aumento de enfermedades como la obesidad, el asma o las alergias.

 

Durante milenios, la microbiota ha evolucionado conjuntamente con los seres humanos, animales y plantas.

Algunos órganos del cuerpo humano «no funcionan normalmente sin los microbios asociados», que ejercen distintas funciones, «desde entrenar al sistema inmune hasta digerir alimentos y producir vitaminas», explicó la venezolana María Gloria Domínguez-Bello, autora de la propuesta y profesora de la Universidad de Rutgers.

Desde hace varias generaciones, los antibióticos y las dietas procesadas han contribuido a una pérdida masiva de la diversidad microbiana.

«Las prácticas modernas gracias a las que hemos controlado las enfermedades infecciosas parecen estar teniendo el efecto colateral de afectar a nuestros microbios humanos», señaló Domínguez-Bello.

Además, dijo, «impiden la transmisión de microbios buenos, sobre todo a los bebés».

Las evidencias científicas revelan que las alteraciones de la microbiota durante los primeros años de vida y las anomalías metabólicas resultantes son factores clave para el desarrollo de enfermedades.

Es por ello que los especialistas plantean la necesidad de reintroducir microbios perdidos y crear una reserva mundial de microbioma.

Afirman que el primer paso sería recolectar microbios beneficiosos de poblaciones remotas de América Latina y África, que son las que mantienen una mayor diversidad microbiana porque no han sido víctimas de los efectos nocivos de las sociedades modernas y urbanizadas.

Una vez identificados, los «microbios saludables» podrían ser «reintroducidos como probióticos» o como «una especie de vacunación» usando componentes activos, pero no para proteger contra patógenos sino para obtener la función beneficiosa», dijo Domínguez-Bello.

Para los investigadores, esta propuesta es equiparable a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, la mayor reserva mundial de muestras de cultivos alimentarios.

Dicho depósito, que fue inaugurado en febrero de 2018 en el Círculo Polar Ártico, tiene capacidad para albergar 4.5 millones de muestras.

Agregan que es imprescindible un esfuerzo internacional para recolectar y almacenar los microbios buenos en una reserva global.

La investigación sobre el «Arca de Noé» de microbios buenos fue publicada en la revista Science.

«Es el primer paso para hacer visible la idea y poder comenzar la campaña de apoyo», concluyó Domínguez-Bello.

 

 

 

 

 

Con información de EFE 

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