Quito, Ecuador.- La Cancillería ecuatoriana pidió este miércoles a Julian Assange que se abstenga de pronunciarse sobre la situación en Cataluña.
Asimismo, le advirtió de su obligación de no dañar las relaciones internacionales de Ecuador con países como España, con el que mantiene «lazos históricos y culturales».
En una nota oficial emitida, el Ministerio de Exteriores ecuatoriano subrayó además que las declaraciones del líder de Wikileaks no representan la posición ecuatoriana, respaldó la integridad territorial de España y reiteró su posición de no intervenir en asuntos internos de otros países.
«En referencia a los últimos acontecimientos suscitados en España en torno a la independencia de Cataluña y a las expresiones del señor Julian Assange sobre este asunto, considera importante señalar que las mismas no representan la posición del Estado ecuatoriano», reza el comunicado oficial.
El fundador de Wikileaks, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace más de cinco años, dictó recientemente una videoconferencia en la que se pronunció a favor de la independencia de Cataluña, que justificó como respuesta a la necesidad de cambiar el orden mundial.
En paralelo, mantuvo un encuentro con el editor catalán Oriol Soler, ideólogo y considerado uno de los principales promotores y cerebros del movimiento secesionista en la región de Cataluña.
Además, mantuvo una notable actividad en internet por la secesión.
En este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador reafirmó su adhesión a los principios que rigen las relaciones entre todas las naciones, especialmente el respeto a la integridad territorial, soberanía e independencia de los Estados.
«Así como el de no intervención en los asuntos internos de ningún país».
La nota hace hincapié en que debe respetarse el derecho de todos los Estados, en tanto miembros iguales de la comunidad internacional, de resolver sus diferencias sin injerencias extranjeras.
Assange cumplió el verano pasado cinco años resguardado en la sede diplomática ecuatoriana en Londres, donde se encuentra asilado desde el 19 de junio de 2012.
El activista era requerido desde 2010 por las autoridades suecas debido a las acusaciones de dos mujeres por supuesto abuso sexual, pero Suecia archivó en mayo la causa.
Aun así, sigue bajo asilo por temor a que sea arrestado por las autoridades británicas y deportado a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos de carácter confidencial.
Sobre su caso particular, la nota de Cancillería ecuatoriana reafirma su compromiso con el asilo diplomático y renueva su decisión de continuar brindando la protección debida a Assange.
«De conformidad con los principios y normas previstos en el derecho internacional y en la normativa nacional sobre asilo.»
Pero al mismo tiempo, subraya que las autoridades ecuatorianas le han reiterado su obligación de no realizar declaraciones o actividades que pudieran afectar las relaciones internacionales de Ecuador.
Asimismo, la Cancillería ecuatoriana refiere que Assange se comprometió formalmente a observar una conducta que sea compatible con la voluntad del Estado ecuatoriano.
Una de las crisis más fuertes provocadas por el activista se produjo en octubre de 2016 cuando la embajada le cortó el servicio de internet luego de que revelara mensajes de la entonces candidata presidencial Hillary Clinton.
Fuente: Excélsior