Ciudad de México.- Los mexicanos Francisco Falcón y Alfredo Cruz, pertenecientes a la Unidad Genómica Avanzad, Langebio-Cinvestav, decodificaron junto con un equipo internacional de científicos la información genética del mítico ajolote. Este es el genoma más largo que se ha secuenciado y permitirá estudiar las bases moleculares de la regeneración de extremidades, miembros y tejidos, una propiedad mágica que se le atribuía al ajolote desde tiempos prehispánicos.
Durante años, informa Milenio, la biología de las salamandras ha sido un valioso objeto de estudio, pero el ajolote (Ambystoma mexicanum) ha recibido especial atención por la asombrosa capacidad que tiene para regenerar partes de su cuerpo: le bastan unas semanas para regenerar una extremidad idéntica a otra que perdió.
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En un estudio publicado hoy en la revista Nature, los investigadores revelaron los 32 mil millones de pares de bases que incluye el ADN del ajolote, diez veces más grande que el humano.
Otro hecho fascinante de esta especie es que es capaz de reparar su médula espinal y el tejido de la retina.
El equipo de Elly Tanaka, tiene una de las colonias de ajolotes más grandes del mundo, en el Instituto de Investigación de Patología Molecular en Viena, donde se estudia la posibilidad de regenerar el tejido espinal y los mecanismos involucrados.
La investigación de Tanaka y su equipo permitió identificar las células que promueven la regeneración y describir los patrones moleculares que controlan el proceso.
Para entender la regeneración y descubrir por qué otras especies no poseen esta cualidad, los científicos deben tener acceso a la información genómica para estudiar su evolución. La secuencia genómica del ajolote que ahora se conoce será un gran recurso para que los investigadores estudien la regeneración de los tejidos.
