Coldplay encendió a sus fans en su regreso a los escenarios mexicanos

Ciudad de México.– Tras seis años de ausencia de los escenarios mexicanos, la banda británica Coldplay no regresó hasta que tuvo algo nuevo, fresco y muy colorido qué ofrecerle a sus fans.

Así, frente a 62 mil personas, Coldplay demostró que no sólo tenía un nuevo álbum a promover –A Head Full Of Dreams, mismo que da nombre a su gira— sino que tenían un show completamente renovado con el que hicieron vibrar a los viejos y nuevos seguidores.

Con la voz de Maria Callas dando vida a O Mio Babbino Caro, las luces se apagaron, el Foro Sol se iluminó de rojo, las pulseras que el publico adquirió a la entrada brillaron en el mismo tono y el sueño se volvió realidad, Coldplay estaba de vuelta en México.

Fuegos artificiales de colores, luces blancas y las primeras notas de A Head Full Of Head se apoderaron del lugar haciendo saltar a los fans que no dejaban de gritar y aplaudir a Chris Martin, Guy Berryman, Jon Buckland y Will Champion.

De pronto, todo se volvió amarillo: el escenario y el humo que flotaba sobre la gente de la pista: fue cuando Coldplay decidió que era momento de dar vida a Yellow, tema de Parachutes, su primer álbum.

Hola amigos buenas noches, estamos muy felices de estar aquí con ustedes en su ciudad muy preciosa y hermosa”, lanzó Martin en español, desatando la ovación unánime de sus fans, quienes lo acompañaron con toda la letra de la canción.

El turno de los tonos púrpura llegó con Every Teardrop Is a Waterfall. Tanto en la pantalla central del escenario, como en las dos laterales, mandalas en ese tono cambiaban de forma dando espacio por momentos a los estrobos blancos, no sin antes permitir que la imagen de una bandera de México ondeara en ellas.

Luego del primer golpe de energía hacia el público, Martin decidió sentarse en su ya clásico piano para darle un poco de tregua a la condición física del público. Fue entonces cuando The Scientist sonó en cada rincón del Foro Sol con la voz del británico y un coro de 62 mil personas que se unió a su petición. “Muchísimas gracias”, dijo el vocalista.

Una vez que las notas de Birds volaron sobre el público, llegó otra descarga de energía y color con Paradise. Las pulseras se encendieron en púrpura, pero conforme la intensidad de la canción avanzaba, los colores cambiaban a amarillo, verde y azul convirtiendo el recinto en un lienzo de colores vivos.

Con una presentación de la banda en la que el vocalista nombró a Guy, el bajista, como “el guapo”; a Will, el baterista, como “el fuerte, fuerte”, la banda migró al pequeño set alterno —dentro del principal— para dar vida a Everglow, Princess Of China y hacer su magia sonora con Magic en la que usó un sombrero mexicano.

Con Clocks y Charlie Brown, la banda hizo que el público no parara de saltar y cimbrara la estructura del Foro Sol mientras las pulseras volvían a encenderse ahora en colores verde, rojo y azul.

¿Cómo van?”, preguntó Martin recibiendo una descarga de gritos que reflejaban la felicidad que le provocaba al público lo que estaban viendo.

Hymn For The Weekend, de su más reciente producción, resonó por el lugar, dándole paso a las pulseras, ahora color naranja y amarillo, de Fix You, con la cual la banda abrió la puerta a los recuerdos y los homenajes cuando Heroes, de David Bowie, se metió hasta lo más profundo de las células de cada una de las personas presentes.

Así, temas como Viva la Vida y Adventure of a Lifetime —en donde lanzaron sus ya conocidos globos hacia el público—, Coldplay cimbró una vez más el recinto para después despedirse de su público con Ink, The Hardest Part, Amazing Day, A Sky Full Of Stars y Up&Up.

Desde las cinco de la tarde, las puertas del Foro Sol se abrieron para recibir a los fanáticos de la banda británica que tardó más de un lustro en volver a suelo mexicano.

En cuanto se dieron los primeros accesos a la pista, la gente no dudó en correr hacia la enorme pasarela que dividía la pista para lograr colocarse lo más cercano a la banda.

Las horas fueron pasando lentamente y conforme el sol se iba escondiendo, el ánimo del público iba creciendo. La primera señal de que la espera ya era menor fue cuando Ximena Sariñana apareció en el escenario para comenzar con la velada, y tras su actuación, llegó el turno de Lianne La Havas, la británica encargada de abrir todos los conciertos de la gira de Coldplay por Latinoamérica.

Con la despedida de La Havas del escenario, sólo era cuestión de minutos para que el sueño de más de 60 mil personas se volviera realidad y, para mitigar los nervios, el público ubicado en las gradas decidió hacer la típica ola de un lado hacia el otro que ocasionaba los aplausos o el abucheo del resto en la pista.

Fuente: Excelsior.

http://www.excelsior.com.mx/funcion/2016/04/16/1086842#cxrecs_s

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