Ciudad de México.- A últimas fechas se ha desatado un ataque masivo contra el cristianismo y el catolicismo. Millones de personas han abandonado sus religiones y otras están en vía de salirse. Cada vez son más las personas instruidas que se alejan de su fe y parece que de Dios también.
Si estás pensando en hacerlo, te tenemos una buena razón para que reconsideres tu decisión: un grupo de investigadores de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, reveló que los creyentes viven en promedio cuatro años más que los ateos y agnósticos.
Esta afirmación surgió luego de un estudio publicado este miércoles, cuyos resultados recoge la revista Live Science.
Para la investigación los expertos llevaron a cabo dos análisis, entre los años 2010 y 2012, durante los cuales estudiaron obituarios publicados en periódicos de 42 estados de EU.
Los datos de ambos estudios indican que -según esos obituarios- las personas fallecidas que tuvieron en vida una creencia religiosa vivieron en promedio cuatro años más que las que no creían en ningún dios. Al aportar tales cifras, los investigadores también tuvieron en cuenta factores colaterales como el género y estado civil de los fallecidos.
Los autores consideran que la mayor longevidad de los creyentes se debe a que tienen que participar en labores voluntarias y estar involucradas en actividades sociales como las que organizan las iglesias, por ejemplo. Algo que creen, aumenta la esperanza de vida.
Según uno de sus coautores, Baldwin Way, profesor adjunto de psicología en la Universidad de Ohio, el estudio proporciona «evidencia persuasiva de que existe una relación entre participación religiosa y cuánto vive una persona».
Sin embargo, los propios investigadores opinan que la actividad social contribuye solo en parte a una mayor expectativa de vida, no mayor a un año. Y entre las causas que hacen eso posible, destacan el estilo de vida más saludable que llevan los creyentes, ya que las normas de la mayoría de las religiones restringen el uso de alcohol y drogas y abogan por la moderación en la alimentación.
Además, los investigadores consideran que ciertas «prácticas para combatir el estrés», como yoga, oraciones o meditación, también podrían figurar entre los factores que aumentan la longevidad. De cualquier forma, aseguran que se necesitarán más estudios sobre el tema.
Con información de Excélsior.