Morelia, Michoacán.- Una espectacular multitud recibió al Papa Francisco en el Estadio Olímpico Venustiano Carranza, en medio de una algarabía que pintó una expresión de profunda sorpresa en el rostro de su Santidad, que no encontraba hacia donde dirigir su atención, puesto que en todas direcciones decenas de miles de rostros agitaban sus manos y levantaban sus voces para saludarlo y darle la bienvenida a esta ciudad colonial.
Ni un alma más cabe en el estadio, cuya pista atlética sirvió para escenificar una vuelta olímpica de Francisco en su ‘mini papamóvil’, un carrito de golf que sirvió para transportarlo alrededor del estadio, dando la oportunidad de verlo a la enorme cantidad de fieles que no dejó de gritar un solo segundo desde que el obispo de Roma ingresó a las instalaciones deportivas.
En su recorrido hacia esta unidad deportiva, ni un metro cuadrado de calle a su alrededor, desde su salida de Ciudad Industrial, que no estuviera poblado de entusiastas feligreses, dando una intensa emotividad a este momento en el que esta histórica ciudad mexicana se viste de blanco y amarillo, en una notable devoción.
Al finalizar el recorrido alrededor del campo iniciaron los cantos de diez coros morelianos al unísono, acompañados por la Orquesta Sinfónica de Michoacán, con lo que se dará la antesala al inicio de la misa que el Santo Padre oficiará en este lugar.
-Redacción
