Nota del editor: el presente texto fue publicado el día 28 de junio de 2019, luego de retomar información de una publicación del portal «Mexicanos contra la corrupción y la Impunidad”, a su vez referida por diversos medios de comunicación. Asistiendo al derecho de réplica, se ha incorporado la postura de la empresa Fidemont, misma que hiciera llegar por escrito a nuestra redacción.
México. – Las empresas mexicanas Blunderbuss Company de México, PLC Servicios, TTG Asociados y Fidemont presuntamente recibieron 13 millones de dólares del ‘Departamento de Sobornos’ de la constructora Odebrecht, reveló una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Según lo publicado por MCCI, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) declaró a dos de estas intermediarias como empresas ‘fantasma’ debido a que se comprobó que simulaban operaciones. En el estudio, realizado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), se analizaron alrededor de 13 mil documentos de una plataforma secreta de comunicaciones de Odebrecht, conocida como Drousys, en la que se registraban los sobornos.
«Según ha declarado el fiscal del caso Lava Jato (en Brasil), Orlando Martelo, el sistema encriptado Drousys registraba exclusivamente pagos ilícitos y era utilizado para ocultar sobornos o financiamiento electoral”, indica el análisis.
En la plataforma Drousys se ubicaron pagos por 4.9 millones de dólares a PLC Servicios, una empresa ‘fantasma’ de Nuevo León, y de 2 millones de dólares a TTG Asociados, un despacho de Tamaulipas.
“Las operaciones de PLC están ligadas con una obra carretera en Guatemala y las de TTG con una obra hidráulica y un gasoducto en Ecuador, ejecutadas por Odebrecht, según los documentos revisados”, señaló el texto de la organización.
PLC Servicios también recibió una transacción de 161 millones de pesos por parte de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto a través de dos dependencias federales y dos gobiernos estatales por presuntos “servicios de limpieza y lavandería”, señaló un análisis de MCCI a algunos contratos.
En el caso de las administraciones estatales, los pagos vinieron del Estado de México y Coahuila (140.9 y 3.8 millones de pesos, respectivamente), mientras que en el caso de las dependencias, el SAT otorgó un contrato por 3 millones de pesos en 2013, mientras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) brindó otro por 13.3 millones de pesos.
La investigación también apunta a la existencia de transferencias realizadas entre 2009 y 2011 a la compañía ‘fantasma’ Blunderbuss Company de México, cuyo domicilio supuestamente está en Poza Rica, Veracruz. La empresa recibió alrededor de 6 millones de dólares. Otro negocio mexicano empleado en este esquema de sobornos fue el despacho internacional de servicios financieros Fidemont, cuya oficina está en la Ciudad de México. Esta oficina recibió 309 mil dólares por sobornos cuyo fin era triangular recursos por una obra que la constructora brasileña tenía en Ecuador.
“En su testimonio rendido ante las autoridades ecuatorianas en septiembre de 2017, el empresario Gustavo José Massuh Isaías declaró que Kleinfeld Services -una empresa fachada de Odebrecht- le hizo dos depósitos por 309 mil dólares a través de Stockwell Corporation, fiduciaria que está domiciliada en Holanda y con un banco en las islas Barbados, pero que realizaba las operaciones desde México”, explica el reportaje.
De acuerdo con la investigación, los pagos a través de Stockwell, que forma parte del holding Fidemont, se hicieron entre marzo y septiembre de 2014.
La respuesta de Fidemont Internacional
Con relación a las alusiones hechas a la empresa Fidemont Internacional, a través de un comunicado que llegó a esta redacción, la firma «niega haber prestado servicios a la empresa Odebrecht, o a algunas de sus subsidiarias, durante sus 15 años de existencia, tanto en México, como en otros países donde ofrece sus servicios».
Asimismo, informan que Fidemont Internacional «no prestó servicio alguno a la firma Odebretch, sus subsidiarias o alguno de sus funcionarios, ni participó en algún tipo de esquema de triangulación de sobornos o sus derivados».
Con relación a los hechos presuntamente vinculados con el mencionado Sr. Gustavo Massuh, abogado y empresario de la industria petrolera, Fidemont Internacional refiere que «fue únicamente cliente en los años 2013 y 2014, en los que busco sus servicios para aperturar una compañía para administrar sus inversiones y recibir honorarios por la cantidad total de USD 309 mil (trescientos nueve mil dólares) que le adeudaban, lo que formaría parte de una posterior estructura de planificación hereditaria».
Asimismo, Fidemont Internacional explica que «Massuh recibió el pago de honorarios adeudados mediante una compañía que estaba bajo la administración de Fidemont Internacional y el destino final de los fondos fue siempre las cuentas del propio Sr. Massuh como titular único».
La compañía internacional también precisó que «ninguna de estas operaciones se realizó en México o en ninguna compañía Mexicana. La oficina de Fidemont en México solo se limitó, por cuestiones de idioma, a facilitar la recepción de documentos, no teniendo contacto alguno con los pagos mencionados».
A su vez, la multicitada Fidemont Internacional, con respecto al asunto en comento, señala que «durante el juicio en Ecuador en el que resultara condenado el Sr. Massuh, pudo comprobarse que las declaraciones, explicaciones previas y posteriores a la transacción no guardaban relación con la solicitud original hecha Fidemont Internacional y ocultó el verdadero trasfondo de la operación; que sería la recepción del dinero para luego efectuar él mismo pagos que resultaron ser sobornos como lo expresó ante la autoridad judicial ecuatoriana».