Sao Paulo, Brasil.- Al menos 20 personas fueron detenidas por autoridades brasileñas debido a un escándalo por la venta a gran escala de carne pasada e incluso podrida en aquel país, que además implica a empresarios, políticos y funcionarios públicos.
Según la estatal Agencia Brasil, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento anunció también la suspensión de 33 empleados estatales por el caso, dado a conocer en la mañana de hoy con una ola de órdenes de arresto.
Afectadas estaban sobre todo las empresas frigoríficas JBS, BRF y Peccin, algunas de las más grandes del país en el procesamiento de alimentos. Los implicados están acusados de «maquillar» carne vencida mezclándola con otra en buen estado para ponerla luego a la venta.
El escándalo también implica a políticos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del presidente Michel Temer, según explicó el portavoz policial Maurício Moscardi al presentar la operación denominada «Carne Fraca» («carne mala») durante una rueda de prensa en Curitiba, sur del país.
«El ministro (de Agricultura) determinó la suspensión de todos los funcionarios implicados», dijo el secretario-ejecutivo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Eumar Novacki. «Son 33 los funcionarios contra los que abrimos procedimientos», agregó.
Novacki intentó luego disipar temores de que la carne vendida en mal estado pueda afectar al sector exportador de Brasil, uno de los grandes vendedores de carne en el mundo.
«Los productos brasileños están presentes en más de 150 países y eso demuestra la calidad de los productos elaborados en el país. Cada uno de esos países tiene un sistema de vigilancia que controla los productos cuando llegan allá», señaló Novacki.
En total, las autoridades emitieron 38 órdenes de arresto, 34 de ellas contra funcionarios, según el portal «Globo».
El producto adulterado incluía carne podrida, que era «maquillada» con productos químicos, explicó la policía.
Las investigaciones realizadas durante dos años detectaron que varios funcionarios de los estados de Paraná, Minas Gerais y Goiás recibieron sobornos para dar los certificados correspondientes a los alimentos, sin realizar los controles pertinentes, detalló «Globo».
«No había una relación de extorsión, sino de beneficio y de alimentación mutua entre ellos», explicó Moscardi sobre los empresarios y funcionarios acusados de colusión. El portavoz no dio nombres sobre los políticos bajo sospecha.
Además del conservador PMDB de Temer, también está implicado el centroderechista Partido Progresista (PP), comentó. «Dentro de la investigación quedaba bien claro que una parte del dinero de los sobornos era, sí, destinado a partidos políticos, sobre todo (…) dos partidos que están claros: el PP y el PMDB», aseguró.
El ministro de Agricultura, Blairo Maggi, interrumpió una licencia de diez días sin trabajar después de que se diera a conocer el escándalo. «Lo que las pesquisas de la Policía Federal indican es que es un crimen contra la población brasileña, que merece ser castigado con todo rigor», señaló Maggi en un comunicado.
Con información de Milenio.




