Ciudad de México.- Ocho meses después de que se le diagnosticó la enfermedad de Hodgkin, cáncer en los glóbulos blancos, el safety Eric Berry regresó ayer a las prácticas de los Jefes de Kansas City, en la Universidad de Missouri Western.
La mayoría de quienes pudieron ver la práctica, incluidos los miembros del equipo médico de los Jefes, estaban maravillados.
“Es realmente algo destacable ver algo así en nuestro negocio, en el deporte y en la vida”, dijo Rick Burkholder, uno de los médicos del equipo.
El regreso de Berry se dio en el inicio de los tres días de mini campamentos para quarterbacks, novatos y veteranos que estuvieron lesionados, mientras que el equipo completo comenzará a trabajar el sábado.
“Todo lo que pensaba es cómo iba a ser y cómo se iba a dar”, dijo Berry cuando se le preguntó si él creía que podría regresar a jugar. “Voy a controlar lo que puedo controlar, y las dos cosas que podía controlar eran mi actitud y mi esfuerzo. Sólo trataba de despertar cada día y construir lo que sea que haya hecho el día anterior.
“No se puede mirar demasiado lejos. Lo hice al inicio y terminé llorando con mi papá durante 30 minutos en el desayuno porque fue un largo recorrido. Sólo quería tomar el día paso a paso y día a día y ver a dónde iba”, agregó Berry.
Llamado en tres ocasiones al Tazón de los Profesionales, fue el líder de los defensivos profundos en sus ejercicios. Ocupó su lugar en la secundaria cuando los Jefes hicieron prácticas en equipos de siete y regresó a la banda cuando los Jefes hicieron trabajos con equipo completo.
Berry, igual que sus compañeros, no vistió el uniforme completo así que no fue expuesto a contacto. El coach Andy Reid indicó que el plan es darle al safety más trabajo, incluso en las prácticas con golpeo, si él muestra que puede soportarlo.
“Vamos a ver”, dijo Reid. “Vamos a hacerlo tranquilo y fácil. Ya trabajó hoy (ayer) y trabajaremos mañana (hoy) y no participará el viernes como cualquier otro veterano que sale de lesiones”.
El regreso a las prácticas de Berry es ya una victoria para él. Se le diagnosticó un linfoma a finales de noviembre de 2014 luego de que se le descubrió una bolita en el pecho. Inició con quimioterapias y las acabó en mayo.
Durante todo el tiempo Berry continuó trabajando con la esperanza de regresar a los campos de entrenamiento.
Burkholder dijo que Berry optó por no tomar una quimioterapia tradicional, sino que lo hizo por vía intravenosa para poder entrenar durante todo el tratamiento.
Cuando acabó la quimioterapia tenía una libra más de peso que cuando inició el tratamiento”, dijo Burkholder. “Eso te dice el tipo de la genética de la persona y la razón por la que es un atleta profesional”.
Los doctores de Berry lo declararon libre de cáncer el pasado 22 de junio.
Todo su tratamiento se mantuvo en silencio por deseos de Berry.
