El llamado del papa es a reeducarnos ante el cambio de época; dejar atrás lo inmediato y superficial y ver al ser humano: Christophe Pierre

Ciudad de México.- La misión que se ha trazado el Papa Francisco a lo largo de su vida eclesial es llamar de manera constante a creyentes y no creyentes a reeducarnos frente al cambio de época que vivimos, que exige dejar atrás lo exterior, inmediato y visible; lo rápido, superficial y provisorio, donde lo real cede lugar a la apariencia. Ha dicho que el ser humano y su nuevo entorno social, económico, político y cultural debe ser puesto en el centro, definió el Nuncio Apostólico en México Christophe Pierre.

El Papa Francisco es enemigo de la mediocridad, la exclusión, la injusticia, el desorden, los excesos, y por supuesto, de todo aquello que atenta contra la dignidad humana, la creación y contra Dios, subrayó Monseñor Pierre ante líderes empresariales y representantes de la comunidad intelectual y académica del país reunidos en el centro Libanés, como parte de un ejercicio de reflexión conjunta previo a la llegada del Papa a México.

Hizo énfasis en que Su Santidad desea una Iglesia ligera, ágil y dispuesta a salir hasta las fronteras existenciales para aliviar el dolor de tantos seres humanos que viven en la exclusión, el sinsentido, y por supuesto hacia los distintos rostros de la injusticia de nuestro tiempo. Sin duda alguna sabe que el mayor vacío es la ausencia de Dios, que se transmite en un humanismo ateo que deja en el relativismo la incapacidad de encontrar respuestas esenciales al hombre de hoy.

En el Encuentro-Diálogo con Empresarios de la Coparmex y del Consejo Coordinador Empresarial, ante la Visita del papa Francisco a México, organizado por la Unión Social de Empresarios de México (USEM), que preside el Ingeniero Lázaro Tamez, el Nuncio Apostólico hizo una reseña de la vida y obra del Jerarca de la iglesia católica en el mundo y definió la esencia de su pensamiento y misión plasmados a lo largo de muchos años en su vida magisterial, homilías, y mensajes.

Acompañado por el Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera, impulsor de la Pastoral del Mundo del Trabajo; del Obispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe, responsable de la Dimensión de Pastoral del Trabajo; así como del Obispo de la Diócesis Maronita representante de la Comunidad Libanesa en México, Monseñor George Saad Abi, el Nuncio Apostólico definió al Papa Francisco:

Es un hombre moderado entre los prelados más conservadores y la minoría progresista, con una gran claridad doctrinal, un gran celo apostólico y un compromiso muy claro por la justicia social, del mismo modo que por la vida espiritual, de corte sumamente ignaciano y franciscano.

Dijo que las prioridades del Papa Francisco siempre están ahí:  reconciliar, desatar la generosidad, animar a dialogar y, principalmente a llevar a Cristo que ilumina y transforma todo en todos de manera muy real. No es, dijo, un hombre pietista, “es más bien un hombre seguro de que hay una salvación que es para hoy y que se llama Jesús.

Enseguida, al citar diez aspectos que definen el pensamiento de Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, precisó que Su Santidad revisa detenidamente las ideas fundamentales, los paradigmas, costumbres y prácticas del ser humano de hoy. “No se detiene tanto en describir las situaciones contemporáneas, sino que va al fondo y las define, describiendo los trasfondos de origen”.

Eso le ha llevado a plantear, por ejemplo, que el hombre consumista es incapaz de generar alegría, por lo que vive en la autoreferencialidad que lo aísla y lo incapacita para el encuentro, la relación fraterna, el amor, como lo ha plasmado en su Encíclica Evangelii Gaudium.

Además, confronta constantemente la realidad histórica con las exigencias evangélicas, apoyándose de las ciencias, el diálogo entre creyentes y no creyentes, así como en las aportaciones de las conferencias episcopales y de pensadores de primer nivel.

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