Ciudad de México.- Morimos muchas veces dentro de la misma vida. Así también nos reinventamos y renacemos constantemente. De este modo lo comparte la historia de una escritora que sufrió en Nueva York un gran fracaso que la obligo a regresar a este país. Esta es la puesta en escena “Los ingrávidos” que se presenta en el Teatro Milán.
“Es una puesta en escena muy ágil en la que jugamos los tres. Hay personajes que vemos un momentito y desaparecen, otros que tienen una participación fugaz pero que tienen peso importante en alguna de las escenas”, explica Fernando Bonilla, de la talentosa dinastía Bonilla.
“Somos tres elementos actorales, dos actrices y yo. Hacemos entre los tres a veinticinco personajes, con gran velocidad cambiamos las sensaciones, edad, personajes, acento y más, frente al público”.
Muchos años después, la protagonista se pone a escribir una obra de teatro sobre la vida del poeta Gilberto Owen, que murió de cirrosis hepática por alcoholismo, además de ciego y solo. Casi en forma paralela vemos al escritor, joven y viejo, en una narrativa que maneja cuatro planos en donde se van desdoblando historias.
La juventud y madurez del personaje que van avanzando hasta unirse en una misma historia con dos polos opuestos. La obra está fragmentada en escenas alegres, divertidas y depresivas.
“Los Ingrávidos” están en un escenario con dos frentes con público y poca utilería además de libros colgados y un escenario en el segundo nivel con iluminación dirigida. “La idea es que la obra se está construyendo mientras la estamos contando. El espectador ve como la montamos y queda siempre inconclusa. Este espíritu de ingrávidos, nos permite que existan elementos de utilería con elementos mimados. Vemos a la misma actriz interpretar a Federico García Lorca en Nueva York en los veintes, y unos segundos después es una mujer en la Ciudad de México cuidando a su hijo”
“Ingrávidos” tiene proyecciones de frases en uno de los laterales, parecen acotaciones del mismo libreto.
“Funciona para romper la convención teatral y mostrarnos que es una ficción que está en proceso. Como si todo estuviera sucediendo en la cabeza de alguno de los personajes, la computadora o máquina de escribir”.
“Los Ingrávidos” son Fernando Bonilla, Lourdes Echevarría y Meraqui Pradis. Ellos se presentan en el Foro Lucerna del Teatro Milán (Lucerna 64 esquina Milán en la colonia Juárez) de viernes a domingo.
Se recomienda para jóvenes contemporáneos de todas las edades.
Con información y fotos de Marcia Brambila (Twitter: @MarciaBrambilaa)