Ciudad de México.- De forma organizada, alrededor de 70 mil personas, visitaron este 28 de octubre el templo de San Hipólito para celebrar a San Judas Tadeo ubicado en el cruce del Paseo de la Reforma y la Avenida Hidalgo, en la colonia Guerrero.
Ha estado tranquilo, ha habido un poco más de gente que en otros años, porque en este 2018 el día cayó en domingo, y otras veces es entre semana”, indicó Miguel Ángel Garibay, uno de los supervisores de ese recinto.
Explicó que cuando se organizó este evento se calculó que llegarían entre 60 mil y 70 mil personas durante todo el día, ya que si la festividad cae entre semana se estiman de 30 mil 40 mil fieles, basándose en lo que han visto en años anteriores.
Este año, además de los creyentes de la Guerrero, se esperaba desde el sábado la llegada de feligreses provenientes de diferentes colonias de la Ciudad de México e incluso de distintos estados del país, añadió.
Los voluntarios que estuvieron en la entrada y salida del templo apoyaron en la vigilancia y organización de la gente, para que pudieran ingresar de la manera más ordenada posible a escuchar la misa y bendecir sus imágenes.
Vienen de muchas partes, vienen desde Ciudad Juárez, de Querétaro, Puebla, Oaxaca, Guerrero; y para controlar a la gente somos como unos 100, que somos pocos, pero hemos logrado mantener el orden”, aseguró.
Por ejemplo, antes de entrar al templo de San Hipólito, las personas se agolpan en la puerta y se empujan, y los voluntarios hacen el trabajo de proteger sobre todo a las mujeres que llegan con niños en brazos y pequeños que traen de la mano, pero adentro los fieles son más tranquilos.
Vienen como en masa, salen del Metro (estación Hidalgo) y quieren entrar al mismo tiempo; se hace un poco el desorden porque se empiezan a empujar, la entrada es estrecha, y muchos vienen con altares muy grandes. Hay que tener paciencia y entender que vienen con devoción y amor al santito”, destacó.
Después de hacer filas durante casi dos horas, los creyentes lograron ingresar al templo, donde hubo venta de imágenes, veladoras, rosarios y agua; puedieron escuchar misa durante todo el día, con intervalos de cinco a 10 minutos entre cada una.
Ya más tranquilos, las personas que lograron sentarse permanecieron un rato ahí, pero la mayoría regresó a la salida, al otro extremo del templo, y esperó a que los sacerdotes echeran agua bendita para levantar sus imágenes, figuras y flores, para luego salir ordenadamente del lugar.
Así, llegó otro grupo de feligreses que esperó a que se desalojara un poco el templo; salen unos y entran otros, esperan que bendigan sus imágenes y terminan la vista a San Judas Tadeo. Entre más tarde es más gente que se agolpa en la puerta principal que está en la Avenida Hidalgo.
Con información de Notimex
