Real Madrid, por su pase a Berlín

Madrid, España.- No hay tiempo para los debates y las discrepancias en el Real Madrid, sometido en los últimos días a una nueva edición del injustificado castigo a Casillas y las tonterías del agente de Bale, quejándose del boicot de sus compañeros en vísperas de un partido trascendental, el que puede marcar el destino de la temporada. El Madrid está a un partido de alcanzar la final de la Copa de Europa y proponerse como el primer equipo que reedita el título un año después de ganar el torneo. No es poca cosa el desafío, sorprendentemente precedido por distracciones inconvenientes.

De acuerdo al diario deportivo Marca, al Madrid le espera la Juventus, que acude al Santiago Bernabéu con un gol de ventaja y el pecho inflamado por el nuevo título de campeón de Italia, donde no tiene rival y donde el equipo de Allegri representa una excelente posibilidad de redención para el calcio. Con peor palmarés en la Copa de Europa de lo que le corresponde como club, la Juventus salió del agujero del Moggigate -la trama de corrupción que finalmente desembocó en el descenso administrativo del club a la Segunda división- con un plan firme, sin estridencias, alejado de los errores y extravagancias del Milan y el Inter.

La Juventus parece que ha recorrido el camino correcto en estos últimos ochos años. Ha recuperado la mística del equipo, ha fichado bien o muy bien, ha mezclado a jugadores italianos con extranjeros de primer nivel, pero sin divismo, y ha mostrado temporada tras temporada su creciente capacidad competitiva. En medio de la decadencia italiana, la Juventus ha recorrido un camino singular, diferente, serio. Merece un gran crédito y así lo demostró en el partido de Turín.

No fascinó a nadie en el partido de ida, pero venció con justicia. La Juventus ganó en el apartado táctico y aprovechó todos los detalles que el Real Madrid desatendió. No partió con la condición de favorito, ni tampoco lo hará esta tarde. Sin embargo, el Real Madrid ha perdido la sensación de alivio que le procuró el sorteo de las semifinales. Tendrá que ganar, no permitir goles en su portería y superar a un rival que no suele desencajarse en los grandes partidos.

Nadie habla de Sergio Ramos como centrocampista, debate cerrado tras el duelo de Turín, donde el experimento de Ancelotti no funcionó. Salvo sorpresa monumental, el técnico italiano elegirá la alineación más natural posible, con el factor añadido del regreso de Benzema tras varias semanas lesionado. “Está al ciento por ciento”, declaró ayer el técnico.

La ausencia de Modric ha provocado migrañas en el entrenador, que ha tirado de media docena de jugadores para ocupar la dichosa posición: James, Khedira, Illarramendi, Lucas Silva, Sergio Ramos y algún que otro circunstancial. Aunque no es su puesto natural, James ha sido el más competente como interior derecho. Sería extraño que Sergio Ramos volviera a una demarcación donde parece incómodo, y menos aún en un encuentro que el Real Madrid necesita ganar.

El regreso de Benzema es la mejor noticia posible. Desde su lesión, el Madrid ha jugado con menos control y menos recursos en el juego. Ha manejado peor los partidos. Benzema es delantero y cuarto centrocampista cuando lo exige el juego. Proporciona una ayuda inestimable a Cristiano Ronaldo, su principal socio, y a los tres medios. Su presencia no trastorna demasiado la situación de Chicharito, que se ha mostrado como un jugador enérgico, dinámico y con el olfato en el área, cualidades muy aprovechables para Ancelotti si el partido lo necesita.

Se antoja un partido bravo en el medio campo. La Juventus recupera a Pogba, su joven estrella, un jugador de potencia y clase, pero discontinuo. En cualquier caso, un centro del campo con Pirlo, Marchisio, Vidal y Pogba admite pocos rivales en Europa. Limitar su producción no será cuestión únicamente de los centrocampistas del Real Madrid, que necesitarán el compromiso colectivo del equipo. En este sentido, será crucial la aportación de Gareth Bale. No podrá pasar de puntillas, como hizo en Turín. Es una noche trascendental que requiere la máxima contribución de todos.

La situación de Casillas

Un jugador estará bajo el foco. Se trata de Casillas, sometido a una persecución que va más allá de las cuestiones estrictamente futbolísticas. Es el demoledor y divisorio efecto que produjo Mourinho. Abandonó el Madrid hace dos años, pero su lamentable legado se observa en Casillas más que en ningún otro jugador. Ninguna posición es más sensible a las críticas destempladas y a la arbitrariedad que la de portero, cuyo destino en el equipo suele ser una soledad un poco neurótica.

En los dos últimos años, Iker Casillas se ha visto desestabilizado, expuesto a un escrutinio desagradable, impropio de un jugador de su categoría y de su trayectoria. A eso se refirió su veterano colega Gigi Buffon cuando le preguntaron por el portero del Real Madrid. No entiende lo que sucede con su compañero de profesión y rival en tantas y tantas batallas, de clubes y de selecciones. No es de extrañar. Son las consecuencias de los tristísimos episodios protagonizados por un consentido narcisista.

Casillas tendrá que olvidar los reproches y ofrecer su mejor versión esta noche. Lo necesita el equipo y el madridismo, porque el partido se antoja de máximo voltaje, sin margen para los errores, porque no habrá posibilidad de reparación de lo que suceda. Es Berlín o nada.

Fuente: Marca

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