Ciudad de México.- Los pronósticos fueron buenos. Sam Smith, uno de los favoritos para alzarse como absoluto ganador de la 57 ceremonia de entrega de los premios Grammy, se impuso a figuras destacadas gracias a Stay With Me, de su álbum In The Lonely Hour, al llevarse a casa cuatro galardones en las categorías de Grabación del Año, Canción del Año, Mejor Artista Nuevo y Mejor Álbum Pop Vocal.
De acuerdo con el portal Excélsior.com el británico, durante una de las cuatro veces que subió al escenario para recibir el galardón, agradeció el sufrimiento de su pasado que lo impulsó a escribir uno de los temas más populares de 2014.
“Muchas gracias por haberme roto el corazón, eso me ha dejado cuatro premios Grammy”, dijo el cantante durante la ceremonia celebrada ayer por la noche en las instalaciones del Staples Center en Los Ángeles.
Sin embargo, no todo fue felicidad para Smith, que parecía arrasaría en todas sus categorías, pues el Álbum del Año fue para Beck por el discoMorning Phase, lo que representó una de las grandes sorpresas de la noche.
Al subir a recoger el galardón por el disco, con el que también ganó como Mejor Álbum de Rock y Mejor Ingeniería de un Álbum No Clásico, el rockero vio cómo Kanye West se acercaba al escenario para reclamar que el Grammy fuera para Beyoncé. Afortunadamente parece que Kanye sólo estaba bromeando pues de inmediato bajó del escenario para dejar que Beck agradeciera el reconocimiento, el primero que gana un solista en la categoría de Mejor Álbum de Rock desde que Bruce Springsteen lo hiciera en 2003.
Al principio de la ceremonia, que de nueva cuenta fue dirigida por LL Cool J, Pharrell Williams dejó claro que Happy, el sencillo de 2014, aún tiene fuerza al ganar el Grammy a la Mejor Interpretación Pop.
Miranda Lambert se llevó a casa el premio al Mejor Álbum de Country, porPlatinum, mientras que la Mejor Interpretación R&B fue para Beyoncé por la canción Drunk In Love, en la que participa su esposo Jay Z.
Las estrellas acudieron no sólo a recoger sus premios sino a presentar a los ganadores, como sucedió con Prince, quien anunció a los nominados en Álbum del Año.
“¿Se acuerdan de los discos? Todavía importan, igual que los libros y las vidas de los negros. Esas cosas todavía importan”, dijo el polémico artista ante los aplausos de la concurrencia.
Enrique Iglesias presentó a los aspirantes al Grammy a Canción del Año –que ganó Sam Smith–, mientras que Jamie Foxx y Stevie Wonder hicieron lo mismo con la categoría Grabación del Año, que finalmente también fue para Smith.
Durante la ceremonia, de tres horas y media de duración, se rindió tributo a las figuras que fallecieron recientemente. Entre los nombres que se honraron destacaron Gustavo Cerati, Joe Cocker, Jack Bruce, Rommy Ramone, Robin Williams, Bob Casale y Paco de Lucía, entre otros.
Encuentro de épocas
En los Grammy la música debe brillar. Sin importar su género o nacionalidad, su estilo o su alcance; la música es la razón de la noche, la que reúne a las estrellas que en vivo demuestran por qué merecen el mote de leyendas.
Como cada año, la noche de los Grammy reunió una constelación de figuras, artistas de antaño y actuales, que se encargaron de enriquecer la velada.
Hubo regresos como el de Madonna, quien ofreció una espectacular interpretación de Living for Love. La Reina del Pop volvió a la ceremonia con el objetivo de refrendar su título y a juzgar por la respuesta de los asistentes al Staples Center lo consiguió. La señal más clara del estatus de la cantante fue la manera en que Miley Cyrus y Nicky Minaj la presentaron, al referirse a ella como la mejor.
Ataviada con un ceñido corsé y con un show que incluyó un coro gospel y un ballet coreográfico vestidos como toros, a la veterana cantante le bastó un tema para comprobar que su reinado sigue tan vigente como antes.
No fue la única sorpresa. Destacó, entre otras, la aparición del británico Ed Sheeran quien, acompañado por John Mayer, Herbie Hancock y Questlove interpretó su exitoso sencillo Thinking Out Loud.
La fusión de talentos enriqueció el tema mientras hizo honor a la magia que rodea a la ceremonia, la más popular de la industria discográfica. El hechizo continuó minutos después cuando Sheeran dejó el escenario en manos de Jeff Lynne, líder de Electric Light Orchestra, quien tocó Evil Woman, uno de los clásicos de la legendaria banda. Pronto, Sheeran volvió para unirse a la banda y tocar Mr. Blue Sky. Los artistas jóvenes rendían tributo a las estrellas del pasado, tal y como lo hizo Usher cuando cantó If It’s Magic, de Stevie Wonder, quien lo acompañó en el tramo final del tema o como lo hizo Lady Gaga, quien cantó al lado
de Tony Bennett Cheek to Cheek, el tema que da nombre al disco
que grabaron juntos con piezas clásicas de jazz.
Jessie J y Tom Jones se sumaron a la iniciativa de fusionar talentos de distintas épocas al cantar en conjunto You’ve Lost That Lovin Feelin, coverde The Righteous Brothers.
Rihanna, Paul McCartney y Kanye West no faltaron a la cita y acudieron para cantar en vivo su recién lanzado sencillo Four Five Seconds, una mezcla de estilos que ha probado la capacidad del trío para salir de su zona de confort y apostar por un camino ajeno a todos.
Y como el pasado merece homenajearse, los australianos de AC/DC pudieron demostrar que años después mantienen viva la flama rockera que los ha impulsado. Los músicos fueron los primeros en actuar en la ceremonia y lo hicieron con Rock or Bust y Highway to Hell, canciones que dejaron claro el ánimo que se habría de vivir en la velada dominical.
Ariana Grande, una de las nuevas joyas del pop anglosajón, cantó Just a Little Bit of Your Heart mientras Miranda Lambert hizo lo propio con Little Red Wagon.
No había un estilo que dominara las actuaciones, había espacio para cualquier estilo como se apreció con My Heart Is Open, colaboración de Adam Levine, de Maroon 5, con Gwen Stefani o como sucedió con Take Me to Church, de Hozier, quienes tuvieron como acompañante a Annie Lennox, quien, a su vez cantó I Put A Spell On You.
Beck, tras ganar el premio al Álbum del Año, cantó Heart Is A Drum con Chris Martin, vocalista de Coldplay. Ambos fueron presentados por Dave Grohl, el líder de Foo Fighters.
Pharrell Williams, uno de los ganadores de la noche, cantó el incombustible Happy al lado del pianista Lang Lang mientras Kanye West interpretó Only One y Katy Perry, By the Grace of God, justo después de un mensaje del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, quien llamó a los artistas a usar su poder de convocatoria para detener la violencia doméstica.
Eric Church interpretó Give Me Back My Hometown y Brandy Clark, acompañada por Dwight Yoakam, cantó Hold My Hand.
En el tramo final de la ceremonia Sam Smith, uno de los favoritos para alzarse como ganador absoluto por sus seis nominaciones, cantó Stay With Me con Mary J. Blige para después dejar el escenario al colombiano Juanes quien cantó en español Juntos, el tema que escribió para la películaMcFarland. Desde 2005, cuando Jennifer Lopez y Marc Anthony cantaronEscapémonos, ningún artista había cantado en español en la ceremonia de los premios Grammy.
Sia, una de las nuevas sensaciones de la música, cantó Chandelier bajo la tónica que ha llevado su carrera, sin mostrar la cara y acompañada por Maddie Ziegler, la bailarina que aparece en el videoclip de la canción para que después, tras varios premios entregados, Beyoncé entonara una emotiva versión de Take My Hand, Precious Lord dejando el escenario para que John Legend y Common cantaran Glory, de la película Selma y así poner fin a la ceremonia.
GANADORES
- Mejor Artista Nuevo: Sam Smith.
- Álbum del Año: Morning Phase, Beck.
- Canción del Año: Stay With Me, Sam Smith.
- Grabación del Año: Stay With Me, Sam Smith.
- Productor del Año: Max Martin.
- Mejor Interpretación Pop de un Grupo: A Great Big World y Christina Aguilera, Say Something.
- Mejor Álbum Vocal Pop: Sam Smith, In the Lonely Hour.
- Mejor Álbum Tradicional Pop: Tony Bennett y Lady Gaga, Cheek to Cheek.
- Mejor Interpretación Solista Pop: Pharrell Williams, Happy.
- Mejor Grabación Dance: Clean Bandit ft. Jess Glyne, Rather Be.
- Mejor Álbum Dance: Aphex Twin, Syro.
- Mejor Álbum Rock: Beck, Morning Phase.
- Mejor Interpretación Rock: Jack White, Lazaretto.
- Mejor Canción de Rock: Hayley Williams & Taylor York (Paramore), Ain’t It Fun.
- Mejor Interpretación R&B: Beyoncé y Jay Z, Drunk In Love.
- Mejor Álbum Contemporáneo Urbano: Pharrell Williams, Girl.
- Mejor Álbum de Country: Miranda Lambert, Platinum.
- Mejor Álbum de Música Regional Mexicana: Vicente Fernández, Mano a mano-Tangos a la manera de Vicente Fernández
Consolidación de una estrella
Del desamor al estrellato. Sam Smith luce imparable
Hace tres años nadie había oído hablar de Sam Smith. Hoy, la industria musical tiene su nombre en lo más alto luego de proclamarse el máximo ganador de la 57 entrega de los Grammy al hacerse con cuatro de los seis premios a los que aspiraba.
El británico, nacido Samuel Frederick Smith, el 19 de mayo de 1992, hoy goza de amplia popularidad global gracias a sus desconsoladas canciones y su historia de vida, una trama que muchos buscan equiparar con la de Adele, otro fenomenal debut en la música que arrasó todo a su paso durante el año de su debut. Y aunque Smith ha reconocido que es un honor que lo comparen con Adele también ha pedido que juzguen su música a partir de sus propios logros.
“Yo creo que nuestra música es completamente diferente pero si tengo que ser comparado con alguien es increíble que sea ella”, dijo Smith en una entrevista con Billboard.
El cantante comenzó a gozar de reconocimiento gracias a su participación en Latch, de Disclosure, así como en La La La, de Naught Boy’s. En ambos temas, como voz invitada, logró reconocimiento de la crítica en Reino Unido que lo llevó a obtener el Premio de la Crítica 2014 durante los Brit Awards.
Poco a poco, habiendo conquistado Europa, Smith y su equipo de trabajo apostaron por desarrollar su carrera en Estados Unidos, en donde comenzaron a gestionar presentaciones en festivales como el South by Southwest, Bonnaroo y Austin City Limits, además de una explosiva presentación en Saturday Night Live en donde debutó Stay With Me, su éxito más grande, tema que en su lanzamiento alcanzó la décima posición en la lista Billboard Hot 100.
La canción, tercer sencillo de su disco debut In The Lonely Hour, habla acerca de un amante que le pide a su pareja de ocasión que no lo deje y se calcula que ha vendido casi 20 millones de copias alrededor del mundo.
El éxito, sin embargo, no vino solo, pues Tom Petty y Jeff Lynne aseguraron que se trataba de un plagio de I Won’t Back Down, tema de su autoría.
Luego de meses de disputa, Smith llegó a un arreglo con los cantantes al darles créditos como coautores de la canción así como el 12.5 por ciento de las regalías que se generen por su difusión.
“Tengo 22 años, ni siquiera conocía esa canción. Nunca hubo malicia así que tratamos de llegar a un acuerdo”, comentó Smith en una entrevista con la cadena inglesa CBC News.
El éxito de Smith ya lo ha llevado a dar la vuelta al mundo y México ya ha gozado de su música pues en la pasada edición del festival Corona Capital ofreció un emotivo concierto.
Miles desafiaron la lluvia de aquella tarde de sábado para escuchar en vivo los temas que han popularizado a Smith, un joven que tiene otros retos por delante.
El más inmediato lo enfrentará el próximo 25 de febrero cuando compita en los Brit Awards en cinco categorías entre ellas Actor Británico Revelación, Álbum Británico del Año y Mejor Solista Británico.