Paraguay.- La denominada comunidad Lésbico Gay, Transexual, Transgénero, Trasvesti, Intersex (LGTTTI) continental sufrió un severo revés en la Organización de Estados Americanos, (OEA) cuando una docena de países rechazó los términos del Proyecto de Resolución en materia de Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género, promovido por Brasil, Argentina y Uruguay.
La inclusión de corchetes, o reservas de países como Estados Unidos, Guatemala, Ecuador y Paraguay fueron por cuestionamientos de ambigüedad en la redacción, erosión de la universalidad de los Derechos Humanos, cuestionamiento de los convenios internacionales en la materia y hasta invasión y contradicción con las constituciones y ordenamientos nacionales de los países miembros.
Con ello, se determinó durante el segundo día de trabajos a puerta cerrada, que por ahora era inviable la creación de una Convención que buscaba reconocer lo que denominan “Derechos de las personas LGTBI”.
La falta de consenso llevó a “aprobar con reservas” el Proyecto de Resolución titulado Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género”, lo que significa que tuvo que regresar a la Asamblea General (máximo órgano de decisión de la OEA, donde los jefes de delegación –cancilleres—) determinan el rumbo de las resoluciones.
El riesgo de erosionar los convenios internacionales vigentes en materia de derechos humanos, así como la protección vigente en el terreno de libertad de expresión y asociación, así como las contradicciones a constituciones y ordenamientos vigentes en los países, fueron entre otros, los argumentos en contra del Proyecto de Resolución denominado Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género.
“Nos preocupa que algunas disposiciones de estos convenios podrían socavar o están socavando la protección internacional, que resulte incompatible con los derechos humanos incluyendo aquellos relacionadas con las libertades de expresión y asociación”, plantearon los delegados asistentes a la Comisión General, donde se negocian las resoluciones que serán presentadas a la Asamblea General del organismo para su posterior aplicación e instrumentación.
Estados Unidos manifestó sus dudas y planteó que en lugar de promover nuevos instrumentos, tanto la OEA como sus Estados miembros deben centrarse en la identificación de medidas prácticas para combatir el racismo, la discriminación racial y otras formas de discriminación e intolerancia.
El vocero de la delegación estadunidense planteó que deben mejorarse las prácticas y legislaciones nacionales y, sobre todo debe cumplirse cabalmente los instrumentos globales existentes.
Subrayó que el proyecto de resolución sobre Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género –que de ser aprobado sentaría las bases para crear la Convención–, pone en entredicho el sistema universal de Derechos Humanos y abre la puerta a que cada estado y/o gobierno cree o defina un catálogo propio.
“Ello mostraría que el sistema universal de Derechos Humanos ha fallado”, advirtieron algunos delegados.
En el marco de las negociaciones a puerta cerrada, a las que se tuvo acceso, delegados de países como Ecuador, Paraguay, Honduras, Guatemala, Jamaica, Surinam, también expresaron que incluirían “notas de pie de página” al proyecto de resolución, lo que significa que no lo aprueban en su totalidad y mantienen reservas sobre la redacción presentada.
Belice, Guyana, San Vicente y Granadinas, Trinidad y Tobago y Barbados fueron otros que expusieron objeciones al texto en discusión.
Y aunque el proyecto de resolución fue aprobado y turnado a la Asamblea General (integrada por los jefes de las delegaciones de los países miembros) para la discusión final, tuvieron que integrarse cada una de las reservas planteadas verbalmente o por escrito.
Jamaica expresó que no se unía al consenso porque la terminología del proyecto “es ambigua y pone un sistema de valores sobre otro”.
Surinam expuso en su oportunidad que su país encuentra ”ciertos problemas” en la resolución discutida.
San Vicente y Ganadinas expusieron su desacuerdo con el término “expresión de género” planteó que se unía a aquellos dos países.
El representante de Guatemala ratificó el “pie de página” ya que su país “defiende y promueve todos los derechos humanos y no discrimina por ningún motivo”.
“El estado de Guatemala declara que promueve y defiende los derechos humanos y con respecto a las disposiciones de esta resolución no discrimina por cualquier razón, por motivos de raza, credo, sexo … etc. Sin embargo, Guatemala considera que legalmente no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, y eso no constituye una práctica discriminatoria”.
Brasil, país en el que surgió la resolución denominada “Derechos humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género”, agradeció la discusión y aprobación del proyecto porque “demuestra que la sociedad está avanzando y cada vez hay menos cuestionamientos conservadores que quieren privar a nuestra sociedad de garantías que se merecen”.
El representante brasileño dijo que su delegación está dispuesta a seguir conversando sobre este tema para que cada año se borren las “notas de pie de página” que tenga la resolución.
El funcionario que habló a nombre de Uruguay ratificó que su país ha copatrocinado la resolución, porque es “un tema de extraordinaria importancia y reconoce “los hechos y la realidad del mundo”.
Argentina llamó a que durante el resto del año la Comisión General “dialogue con las diferentes delegaciones, a fin de que el diálogo lleve a reducir las reservas planteadas hasta ahora.
Entre las organizaciones de la sociedad civil asistentes a la 44 Asamblea General de la OEA que se realiza en esta ciudad desde el el 3 y hasta el 5 de junio, rondaba la preocupación de que al aprobar la resolución se pretendiera incluso establecer penas en sociedades donde incluso sus constituciones no reconocer matrimonios entre personas del mismo sexo, por considerar que esto pudiera calificarse como un acto de discriminación a estas personas.
Adicionalmente los integrantes de las organizaciones no gubernamentales mostraban, por una redacción ambigua del documento, citaban por ejemplo el punto 8 que a la letra dice:
“Solicitar a la CIDH para continuar preparandoun estudio sobre la legislación y disposiciones vigentes en los países miembros de la OEA que restringen los derechos humanos de las personas por razón de su orientación sexual o identidad de género o expresión.”
Agrega: “… y preparar, en base a ese estudio, una guía dirigida a promover la despenalización de la homosexualidad y las prácticas relacionadas con la identidad o expresión de género”.
Consideran que dicho párrafo genera confusión y parece cuestionar lo establecido en las legislaciones locales que sin ser discriminatorias pueden ponerse en entredicho, lo cual no corresponde con el espíritu de la OEA.
(Con información de http://www.siete24.mx/)