Parece una versión macabra de Toy Story, pero la Agencia de Seguridad de Estados Unidos quiere que los padres se den cuenta de la importancia de este asunto. Existen redes de criminales que pueden hackear los juguetes inteligentes de tus hijos y al mismo tiempo recopilar información sobre ellos, su ubicación, su nombre y su apariencia. Por ello, al igual que unos padres se toman muy en serio el uso que hacen los pequeños de la casa de un móvil, ¿por qué no hacer lo mismo con los juguetes que usen la misma tecnología?