Ciudad de México.- Como una sombra tenebrosa, Tim Burton prefirió ocultarse al percibir la euforia que es capaz de causar entre los mexicanos. Solo le bastó poner un pie afuera del área de aduanas para provocar un tumulto que visiblemente lo asustó. Con el ingenio que lo caracteriza, supo que lo mejor era dar vuelta atrás, tras escuchar los gritos de una mujer a la que le tiraron su equipaje.
“Ya pidió apoyo y saldrá por el área de hangares”, comentó una encargada de seguridad.
Admiradores del director de La gran aventura de Pee-Wee (1985) y la prensa nacional corrían de un lado a otro para tratar de ubicar si saldría por la puerta de llegadas nacionales; sin embargo, Burton logró escabullirse.
Mientras el torbellino de gente permanecía expectante, la estrategia del equipo del californiano fue trasladarlo al área de salida de vuelos.
Resguardado y a paso apresurado, Burton abandonó la terminal aérea por la puerta 8, donde una camioneta negra lo aguardaba. Al subir, inmediatamente se cerró la puerta tras él.
¡Hey! y un pequeño grupo de fanáticos se percataron de “la huida” del realizador, al correr una joven del staff se rezagó. “¿Me permiten pasar?”, pidió la mujer rubia, al pararse frente a la puerta, se abrió y el grupo reunido a un solo coro solicitó: “¡Tim, solo un minuto!”.
Amable, como es su costumbre, se levantó de su asiento y se acercó a ellos.
“¿Te gusta la playera?”, le preguntó un joven que le mostró un jersey con un número y el nombre Eduardo Manos de Tijeras.
“Me encanta”, le respondió efusivo Tim y besó su mano. Gracias a la cercanía otro chico aprovechó para regalarle una calaverita negra, con detalles en frente, ojos y nariz en blanco, y dos flores una verde y una rosa, que Burton tomó con cariño.
Nadie quiso perder la oportunidad y le solicitaron varias selfies que, accesible, se tomó; casi hincado al borde del vehículo, firmó la playera blanca y la caja con un juguete de colección. Lanzó besos al aire para que todos los recibieran y antes de partir lanzó: “¡Los amo!”, con su transporte ya andando; mientras, varios viajeros no entendían qué pasaba en la extraordinaria escena que se dio en el aeropuerto.
La visita de la mente detrás de Frankenweenie (2012) a CdMx obedece a la inauguración de la exposición El mundo de Tim Burton en México, que abrirá sus puertas a partir del 5 de diciembre en el Museo Franz Mayer, que montó la curadora Jenny He, con la dirección general de Diego González.
Fuente: Milenio