Brasilia.- El Supremo Tribunal Federal de Brasil dio luz verde a un período de tres sesiones que comenzará este viernes en la Cámara de Diputados y concluirá el domingo con una votación, para decidir si el proceso avanza a la instancia definitiva del Senado, para que la Presidenta de ese país, Dilma Rousseff, sea sometida a un juicio político con miras a su destitución.
Este día, el Tribunal sostuvo una sesión extraordinaria en la que fue desestimada la demanda del Gobierno para declarar nula parte del proceso.
Al respecto, el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, denunció “vicios” que, en su opinión, dejaban el proceso “herido de muerte”.
El punto principal pedía declarar “nulo” el informe aprobado por una comisión de 65 diputados que examinó si existen méritos jurídicos para el proceso.
El informe fue elaborado por el diputado instructor Jovair Arantes y aceptó la acusación de que Rousseff incurrió en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos, acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.
El abogado general explicó que el informe del instructor agregó casos “completamente ajenos” a la denuncia, como las investigaciones sobre los escándalos de corrupción en la estatal Petrobras, “en los que la presidenta ni siquiera ha sido citada”.
De acuerdo con Cardozo, “solo eso ya perjudicó el legítimo derecho a la defensa” de la mandataria, que en sus alegatos se limitó a responder a “aquello que era objeto de la acusación”.
Pese a ello, la Corte Suprema aclaró que tanto esa comisión como el pleno de los Diputados se limitan a decidir si se aceptan las acusaciones, ya que el juicio político como tal será aprobado y realizado por el Senado.
De ese modo, en la votación del domingo en la Cámara Baja, el proceso pasará a manos del Senado si así lo deciden 342 de los 513 diputados.
De alcanzarse esa mayoría calificada, en un plazo aún no definido pero que puede ser de unos quince días, los 81 miembros del Senado decidirán, por mayoría simple, si efectivamente se abre el juicio político contra Rousseff.
De obtener un fallo en contra, la Presidenta deberá abandonar su cargo cargo durante los 180 días que tendrá el Senado para realizar el juicio y en ese período debería ser sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 si la mandataria perdiera el cargo.
Fuente: sdpnoticias.com




