Washington DC, EU.- La primera ministra británica, Theresa May, fue recibida como la primera extranjera que llega a Estados Unidos y es atendida por el presidente Donald Trump.
En una rueda de prensa conjunta, el presidente Trump dio pocos detalles de su política exterior, pero indicó que está interesado en hacer negocios con países fuera de la Unión Europea porque cree así conseguirá mejores condiciones para Estados Unidos.
La Unión Europea es ahora el principal socio comercial de Estados Unidos y los dos bloques están negociando un acuerdo comercial desde 2013. Pero la Administración Trump está poco interTrump aprovecha el Brexit paraesada en esos lazos.
Trump definió como “el consorcio” a la Unión Europea, un bloque de libre circulación de personas, bienes y capitales de ahora 28 países y que se creó como garantía de paz entre Francia y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. El presidente de Estados Unidos se quejó de que cuando estaba intentando hacer negocios con un país europeo las reglas de la UE le impidieron tener una aprobación rápida. “Fue muy difícil”, dijo.
La identidad
Trump alabó a los británicos por haber votado a favor de su salida de la Unión Europea e hizo un canto nacionalista a la “identidad” de los países sin que haya «alguien que esté vigilando”. “Un Reino Unido libre e independiente es una bendición para el mundo. Los gobiernos deben representar a sus propios ciudadanos”, dijo Trump, que se ha reunido varias veces con Nigel Farage, el ex líder del partido nacionalista británico que consiguió sacar al Reino Unido de la UE.
Farage estuvo de visita en Estados Unidos durante la campaña y dio algún consejo informal a Trump durante los debates presidenciales.
May sólo comentó que ahora Reino Unido se va a «abrir al mundo», es decir el mundo que no es Europa.
La primera ministra británica fue quien dio algún detalle más de la sustancia de la conversación en la Casa Blanca.
Según ella, habrá un “futuro” acuerdo comercial entre Reino Unido y Estados Unidos y Trump apoya la OTAN “al 100%”. Trump sí indicó sus ganas de hacer negocios, pero no confirmó las palabras de May sobre la OTAN. El presidente ha hecho declaraciones críticas contra la organización y ha dicho que los europeos deberían pagar por su propia defensa. La OTAN ya manifestó su inquietud por Trump en otoño.
Trump no quiso arremeter más contra la OTAN. Para el nuevo presidente de Estados Unidos, la ocasión era un momento más tranquilo después de una semana de polémicas.
Antes de la rueda de prensa, Trump se hizo la foto con May y el busto de Winston Churchill que Reino Unido le regaló a Lyndon Johnson y que durante la Presidencia de Obama no estaba en el Despacho Oval.
Un proceso largo
En junio, una mayoría de votantes aprobó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, pero el país está negociando ahora cómo quedarse fuera del bloque económico, jurídico y político.
El proceso puede durar dos años y no es fácil porque Reino Unido quiere seguir teniendo relaciones comerciales sin aranceles con el resto de Europa, su principal mercado, y los demás socios no quieren aceptarlo sin nada a cambio. Mientras siga siendo parte de la Unión Europea, Reino Unido tiene prohibido negociar o firmar acuerdos comerciales bilaterales, por ejemplo con Estados Unidos. Aunque empiecen ya las charlas, Londres no puede adoptar ningún compromiso.
Los acuerdos comerciales son negociaciones largas, con muchos detalles y que habitualmente requieren años. Además, dado que esta política quedaba en manos de los expertos de la UE, a Reino Unido le faltan ahora funcionarios diestros en estos acuerdos.
Muerto y enterrado
Estados Unidos y la UE llevan negociando su propio acuerdo formalmente desde julio de 2013. Aunque el documento oficial de Estados Unidos actualizado el 17 de enero, tres días antes de la toma de posesión del nuevo presidente, asegura que la relación “es más fuerte” desde el principio de las negociaciones y que las charlas avanzan, la nueva Administración tiene poco interés en acuerdos de libre comercio.
Breitbart, la web del estratega jefe de la Casa Blanca, daba el acuerdo con la UE por “muerto y enterrado” en un texto publicado esta semana.
Trump ya ha retirado a Estados Unidos del acuerdo comercial transpacífico firmado con 11 países, entre ellos Japón, Australia, Nueva Zelanda, Chile o México.
Mientras le quiere dar la espalda a México, Trump habla con Reino Unido, que no es su principal socio comercial.
Por países, Reino Unido está por detrás de China, Canadá, México, Japón, Alemania y Corea del Sur.