MÉXICO.- Un ineficiente marco legal, así como la falta de una cultura de la adopción ocasionan que las casas de asistencia en México estén repletas de niños que pierden la oportunidad de ser adoptados.
En tanto, cientos de parejas deben enfrentar trámites interminables en espera de una respuesta a una solicitud de adopción.
El último estudio del Sistema Nacional de Desarrollo Integral para la Familia, actualizado hasta el 2012 revela que más de 30 mil niños y adolescentes vivían en albergues u orfanatos públicos. Aunque no todos son susceptibles de ser adoptados, ya que su situación jurídica es incierta.
Cifras que contrastan con las solicitudes de adopción, por ejemplo: datos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México indican que entre 2012 y 2017 se realizaron mil 247 solicitudes de adopción. De estas, fueron concedidas solo 440, es decir, el 35 por ciento de las peticiones.
Estos números no contemplan, sin embargo, estadísticas respecto a la edad que tenían estos niños al momento de ser adoptados.
Especialistas estiman que la edad máxima promedio que las familias están dispuestas para adoptar a un menor es de ocho años. Un hecho que se confirma con los datos proporcionados por el DIF, que asegura que desde 2012 y hasta 2016 fueron adoptados 46 niños de las cuatro casas cuna de esta dependencia.
Ningún niño mayor de 11 años ha logrado integrarse a alguna familia. Al parecer, cuando se trata de buscar un candidato para un nuevo hogar, los niños mayores, los niños con alguna discapacidad o con hermanos llevan las de perder siempre, frente a los más pequeños.
En entrevista con Paola Rojas, Elena Laguarda, educadora en sexualidad humana, contó que desde pequeña decidió ser mamá por adopción.
«Con el tiempo y cuando tomé la decisión de casarme, un día platicando con el que ahora es mi marido le dije ‘¿qué piensas de la adopción? No lo pensó ni 20 segundos y dijo ‘por supuesto que sí'».
La también autora del libro «Álbum de familia», señaló que la adopción siempre fue su primera opción para convertirse en mamá e indicó que esta decisión no es para todos.
«No por no poder tener hijos biológicos tu opción es adoptar, sino que incluso ahí es una decisión muy valiosa. Pero ciertamente creo que todos en la sociedad tenemos que hacernos cargo de nuestros niños. Hay muchos en situación de orfandad que necesitan una familia».
Laguarda negó que esta situación la llevara a decidir la adopción.
«Yo creo que el amor es una elección y esta posibilidad de invitar a aquel, que es diferente a ti, a aceptarme en su diferencia y formar parte de mi vida es lo que me emocionaba. El saber que iba a encontrar a mi hijo ya nacido y que estaba esperando por mí».
Sobre la actualidad que vivimos donde en la sociedad hay mucha división dijo:
«Tenemos que replantearnos eso. Los niños son niños y nos necesitan hoy. Hoy tenemos la violencia por esos niños que nos dan una cachetada porque no los amamos a tiempo. Tienen derecho a tener una familia. Tenemos que cumplir esa deuda pendiente».
Laguarda habló sobre el objetivo de su libro «Álbum de familia».
«Tiene dos propósitos: fomentar la cultura de adopción, pero también tener la posibilidad de hablar de sexualidad con tus hijos, platicarles su propia historia, la diversidad de historias que hay y poder evitar el embarazo adolescente».
Recordó que México es primer lugar mundial en embarazos adolescentes.
«Tenemos también cesáreas innecesarias, niños que no saben cómo se forman los bebés… Esto viene con una guía para que tú paso a paso le vaya diciendo a tu hijo cómo se forman los bebés con mensajes protectores para el futuro y también que vea que hay una cultura que cuando sea pequeño sepa que existe la adopción», agregó.
Con información y foto de Noticieros Televisa
