MÉXICO.- Hablar de racquetbol en México, en el continente, en el mundo, es hablar de la mexicana Paola Longoria.
Niña inquieta, incursionó en el futbol, el basquetbol y hasta fue porrista, pero en ningún deporte imaginó lo que hoy ha conseguido en el racquetbol.
El pasado 6 de octubre ganó el décimo título del US Open en Minneapolis, dentro del tour profesional.
Pero esa victoria fue más significativa y es que también fue el título 100 para la campeona mundial, cifra que resumió años de entrega, de duros entrenamientos, de difíciles decisiones, de cambios necesarios, pero, sobre todo, del claro deseo de destacar, de triunfar, de dejar huella.
Cien torneos profesionales de racquetbol; 100 finales en singles y 100 victorias que la ratifican como la mejor del mundo en toda la historia.
La mujer cuya infancia pasó entre deporte y soñar con ser pediatra, un día decidió convertirse en la número uno al lado de la mejor entrenadora, Fran Davis, profunda conocedora del racquetbol y de Paola.
Máxima campeona panamericana con nueve oros, 10 temporadas en el top mundial, Paola es indiscutible referente de su deporte.
Dominante en la cancha, veloz en sus movimientos, pero más en sus decisiones, implacable con ella misma y respetuosa de sus rivales.
Ingeniera mecánica por la Universidad Autónoma de Nuevo León con maestría en Ciencias Políticas, deportista de las Fuerzas Armadas de México, Premio Nacional en 2013 y 2014, mujer inquieta que ha incursionado en el diseño de modas y que desea dirigir del deporte nacional, añadió un capítulo más a su inigualable curriculum.
«Desde chica tuve ese objetivo de ser la mejor del mundo. Primero era un hobby, después se convirtió en mi verdadera pasión», dijo Longoria en entrevista con Paola Rojas.
Paola también dijo que sus logros han sido inspiración para otras mujeres.
«Es el mejor momento de lazar la voz por la mujer de decir que así como yo puedo, mucho más mujeres también pueden. En el deporte las mujeres hemos sacado la casta ahora sí que en los últimos años la verdad me enorgullece pertenecer a este grupo de mujeres exitosas».
Sobre el proceso que se realiza para que el racquetbol forme parte de Juegos Olímpicos, dijo:
«Hay muchas pláticas, pero probablemente para Los Ángeles 2028, si no me equivoco, me encantaría poder jugarlos, pero bueno es algo que día a día no sé qué pueda pasar, pero sí me considero una embajadora de este deporte. Quizá puedo comparar un poquito mi carrera con Lorena Ochoa que en su momento estaba de número 1 y que no era el golf una disciplina olímpica, se va y en Río entra este deporte y es por eso de crear una escuela pública, de dejar un legado, de dejar nuevas generaciones y que no pase como lo que ha pasado en el deporte mexicano, una Ana Gabriela Guevara, una Lorena Ochoa, una Soraya, ¿dónde están?».
Por otro lado, señaló que una de las desventajas de su deporte es que solo se juega en clubes privados.
«Hacer escuelas públicas, tratar de hacer nuevos programas. Ahorita con la Secretaría de Educación Pública en San Luis estamos trabajando para jalar más niños en esta escuela primera pública de Paola Longoria».
La atleta agregó que fue invitada a correr con la antorcha olímpica de Tokyo 2020.
«Representa quizá un premio a todos estos años de esfuerzo, de disciplina, de dedicación, pero de perseverancia también».
Con información de Betty Vázquez / Foto: Al aire con Paola / Foto principal: Mexsport