Argentina. – La justicia argentina continúa con los juicios contra la expresidenta Cristina Fernández y sus hijos Maximo y Florencia, acusados del delito de corrupción
Máximo Kirchner, diputado nacional e hijo de los ex presidentes argentinos Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), fue citado hoy a declarar por la Justicia en la investigación de una trama de sobornos de empresarios a funcionarios de Gobierno, informaron fuentes judiciales.
El juez Claudio Bonadio, a cargo del caso, resolvió que Kirchner asista el próximo 23 de octubre a los tribunales federales de Buenos Aires para dar su testimonio.
El magistrado también llamó a declarar, aunque un día antes, a Julián Álvarez, ex secretario de Justicia durante la última etapa del kirchnerismo en el poder.
Bonadio citó a Kirchner y Álvarez a partir del testimonio que dio, en calidad de testigo protegido, el ex secretario de Obras Públicas kirchnerista José López.
Según López, parte del dinero surgido de la trama de sobornos iba dirigido a la agrupación política «La Cámpora», fundada en 2006 por Máximo Kirchner.
Otros dirigentes de la agrupación ya declararon en el caso, entre ellos el diputado nacional Andrés Larroque.
Fernández de Kirchner declaró en dos ocasiones en la investigación, en la que Bonadio la acusó formalmente de el 17 de septiembre pasado de liderar una asociación ilícita que entre 2003 y 2015 recibió sobornos de empresarios a cambio de supuestos beneficios en contratos de obras públicas.
Máximo Kirchner, como su madre por ser senadora, goza de inmunidad parlamentaria, por lo que no podrá quedar detenido una vez que culmine su declaración si así lo considerara el juez.
Para eso, como ocurre con Fernández de Kirchner, debe pedir el desafuero parlamentario a la Cámara legislativa a la que pertenece Kirchner, en este caso la de Diputados, y conseguir la aprobación de su solicitud.
La investigación judicial se inició cuando el diario «La Nación» reveló en agosto último que Oscar Centeno, chofer del ex funcionario kirchnerista Roberto Baratta, anotó entre 2005 y 2015 los detalles de los sobornos que iba a cobrar a distintas oficinas y empresas y a quiénes eran entregados, en algunos casos en la residencia presidencial oficial o el departamento privado de la familia Kirchner.
El caso es conocido en Argentina bajo el nombre de «los cuadernos de la corrupción».
Con información de Excelsior