Estados Unidos. – El año pasado, el jefe de campaña de Trump fue declarado culpable de 10 delitos, ahora es culpado de tener nexos con Rusia.
El fiscal especial Robert Mueller, quien encabeza la investigación del Departamento de Justicia sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, acusó a Paul Manafort, exjefe de la campaña del ahora presidente Donald Trump, de mentir y compartir información electoral con un presunto espía ruso durante la justa electoral.
Por su parte la defensa del abogado afirmó que su cliente pudo haber discutido un plan de paz en Ucrania con el asociado ruso, Konstantin V. Kilimnik, pero nada que ver con la contienda presidencial. Manafort y Kilimnik habían trabajado estrechamente durante años en nombre de los intereses ucranianos alineados con Rusia, explicaron.
Sin embargo, Mueller rompió un acuerdo de culpabilidad con Manafort en noviembre y lo acusó de mentir repetidamente. Los detalles de sus acusaciones se han mantenido en gran parte en secreto hasta ahora.
Los fiscales del Rusiagate también lo han acusado de engañarlos sobre sus contactos con altos funcionarios del gobierno, sobre un pago de un comité de acción política en favor de Trump para cubrir sus gastos legales, y sobre cómo él y Kilimnik intentaron influir en el testimonio de implicados para rechazar cargos penales.
En su presentación, los abogados defensores aseguraron que las mentiras se debieron a que Manafort recordó mal algunas de sus entrevistas, debido a que padece enfermedades como gota, depresión y ansiedad.
El año pasado, el jefe de campaña de Trump fue declarado culpable de 10 delitos, incluida la conspiración para obstruir la justicia y la falta de divulgación de años de trabajo de cabildeo para oligarcas prorrusos en Ucrania. Él dirigió la campaña de Trump durante un período crucial a mediados de 2016, y luego se convirtió en un objetivo principal del equipo de Mueller.
Con información de El Financiero.