México. – La situación financiera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no sería tan complicada si los estados pagaran las cuotas y aportaciones como debería ser, expuso Luis Antonio Ramírez, director del organismo público.
“En este momento tenemos un serio problema con las entidades que no le entregan los ingresos de cuotas y aportaciones que hacen los trabajadores al ISSSTE. Nos deben 53,364.6 millones de pesos. Es parte de la herencia que nos dejaron”, dijo en una reunión con El Economista.
Dicha deuda se conforma de tres rubros. La más alta proviene de las cuotas individuales de retiro cesantía y vejez (RCV) que se cobra a los trabajadores, y por las que los estados deben al ISSSTE 46,647.1 millones de pesos, es decir, 87.4% de la deuda total. La segunda es el seguro que da el instituto y que suma 4,992.7 millones de pesos, y por último está el pago de las cuotas al Fovissste, que son 1,724.8 millones de pesos. Entre los dos, representan 12.6% de la deuda total de las entidades federativas.
“Si logramos hacer que los estados nos entreguen las cuotas y aportaciones que retienen, con ese dinero vamos a poder abastecer y dotar con mayor facilidad de equipamiento y mantenimiento que requieren las clínicas y hospitales del ISSSTE”, acotó.
Del adeudo total, cuatro entidades federativas concentran 58 por ciento. Se trata de Veracruz, con la deuda más alta por 12,144.8 millones de pesos y Guerrero con 9,888.4 millones de pesos; mientras que Michoacán debe 4,556 millones de pesos, y Ciudad de México 4,289 millones de pesos. Sólo Tlaxcala, Querétaro y Jalisco registran sus pagos completos ante el ISSSTE.
Ramírez platicó que están trabajando con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que cada estado presente un plan de pago y pueda solventar su deuda ante el ISSSTE.
“El secretario Carlos Urzúa nos ha convocado para que encontremos una salida con los estados para lograr un pago programado (…) con San Luis Potosí y Colima ya logramos un convenio y el 2 de mayo tenemos junta directiva para ver con qué otras entidades federativas haremos convenios”, refirió.
Destacó que la situación de los ingresos del ISSSTE no se resuelven subiendo las aportaciones de los trabajadores, es necesario que las entidades federativas hagan sus pagos correspondientes y que se tenga una mejor planeación del gasto.
Para Ramírez, el ISSSTE, que atiende a 13.3 millones de mexicanos, es financieramente sólido, pese a las declaraciones que hizo Mario Zenteno Santaella, director de Finanzas del instituto, sobre la complicada situación que vive el instituto y la advertencia de que podría garantizar su operación hasta julio de este año.
“Efectivamente, sí tenemos un problema de flujo que tiene que ver con la necesidad de tener dinero para pagar los pasivos que se van heredando año tras año (…) pero el ISSSTE está financieramente bien, pues sus activos son mayores a sus pasivos, y si a ello le sumamos las reservas, entonces podemos decir que tenemos un instituto que financieramente está sólido”.
Al cierre del 2018, los activos del ISSSTE eran de 186,952 millones de pesos (incluyendo reservas), mientras que los pasivos eran de 123,803 millones de pesos. El funcionario detalló que, si bien el ISSSTE acumula pasivos cada año, lo que se registró en el 2018 fue atípico. En el 2017, los pasivos eran de 110,090 millones de pesos, y para el 2018 ascendieron a 123,803 millones de pesos, es decir, un aumento de 12.4 por ciento.
Dichos pasivos se conforman principalmente de pagos a proveedores de insumos que son alrededor de 12,000 millones de pesos, laudos referentes a demandas pensionarias y laborales de 3,000 millones de pesos, y el resto son pagos de servicios como Superissste, Turissste, servicios culturales y deportivos, por mencionar algunos.
Comentó que un tema que generó incertidumbre es que para este año la Cámara de Diputados le aprobó al ISSSTE un presupuesto menor en el rubro de gastos de operación, por 3,800 millones de pesos, muy por debajo de los 10,000 millones de pesos que se le asignaban. Por otra parte, garantizó el pago de las pensiones y jubilaciones de 1 millón 200,000 derechohabientes, para los que se presupuestó 230,000 millones de pesos, monto que representa 75% del presupuesto total del ISSSTE.
Con información de El Economista.