MUNDO.- El ejército de Estados Unidos bombardeó, el sábado 27 de agosto, a un integrante del grupo Estado Islámico en Afganistán, menos de 48 horas después de que un atentado suicida reivindicado por el grupo extremista matara a 169 afganos y 13 militares estadounidenses en el aeropuerto de Kabul.
El Comando Central estadounidense dijo que Estados Unidos llevó a cabo un ataque con drones contra un miembro del Estado Islámico en Nangahar, que se cree que está involucrado en la planificación de ataques contra Estados Unidos en Kabul.
El ataque mató a un individuo, y el portavoz, el capitán de la Marina William Urban, dijo que no se sabía de víctimas civiles.
No estaba claro si ese individuo estuvo involucrado específicamente en la explosión suicida del jueves frente a las puertas del aeropuerto de Kabul, donde multitudes de afganos estaban tratando desesperadamente de entrar como parte de la evacuación emprendida después de la rápida toma del poder por parte del Talibán.
El presidente Joe Biden prometió el jueves que los autores del atentado no podrían esconderse.
“Los perseguiremos y les haremos pagar”, aseveró.
Los líderes del Pentágono dijeron a periodistas el viernes que estaban preparados para cualquier acción de represalia que el presidente ordenara.
“Tenemos opciones en este momento”, dijo el mayor general Hank Taylor, del Estado Mayor Conjunto del Pentágono.
Con información de AP