Estados Unidos. – Christine Lagarde advirtió que los crecientes aranceles entre las dos economías más grandes del mundo son “heridas autoinfligidas” que afectarán la recuperación mundial que ya es precaria, e instó tanto a Washington como a Pekín a eliminar inmediatamente los gravámenes.
La jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que los economistas del grupo creen que los aranceles que se impusieron recientemente Estados Unidos y China reducirán en 0.3 por ciento el crecimiento mundial para el próximo año. Cuando los primeros aranceles se sumaron, el FMI ve un golpe de 0.5 por ciento al crecimiento, o alrededor de 455 mil millones de dólares, “más grande que el tamaño de la economía de Sudáfrica”.
El informe, que se publicó antes de la reunión de este fin de semana de ministros de finanzas de las potencias industriales del G20 en Japón, se produce en medio de señales renovadas de que la economía de EU puede estar perdiendo impulso. Una medida de empleo que se observa atentamente, un informe mensual del procesador de nómina ADP, mostró que el sector privado en Estados Unidos sumó la menor cantidad de empleos en más de nueve años, y los empleadores fuera del sector agrícola agregaron apenas 27 mil puestos de trabajo el mes pasado, lo que por mucho no alcanzó las expectativas.
“El crecimiento del empleo empieza a moderarse. La escasez de mano de obra impide el crecimiento del empleo, sobre todo en las pequeñas empresas, y los despidos en las tiendas físicas minoristas perjudican”, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.
A pesar de los nubarrones amenazantes en torno a la economía mundial, Wall Street se recuperó por segundo día debido a las expectativas de que las malas noticias económicas obligarían a la Reserva Federal a reducir las tasas dos o tres veces este año para mantener en buen camino la economía de EU. Los datos sobre futuros de los fondos federales sugieren que las probabilidades de reducciones de al menos tres cuartos de punto de la tasa de referencia de la Fed este año fueron de alrededor de 63 por ciento el miércoles, en comparación con 53 por ciento del día anterior. Hace apenas un mes, la probabilidad implícita de un escenario como ese era efectivamente nula.
Jay Powell, el presidente de la Fed, y otros miembros del comité de fijación de tasas del banco central señalaron esta semana que estaban preparados para recortar las tasas por primera vez desde la crisis financiera frente a los crecientes vientos en contra. Lagarde advierte desde hace meses sobre los riesgos que la guerra comercial que inició el presidente Donald Trump podría tener sobre la economía global, pero sus comentarios del miércoles estuvieron entre los más agudos hasta la fecha.
“Estas son heridas auto infligidas que deben evitarse. ¿Cómo? Al eliminar las barreras comerciales recientemente implementadas y al evitar nuevas barreras en cualquier forma”, escribió en un comunicado que acompaña el pronóstico del FMI.
Aunque Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, deben discutir la suspensión de los aranceles en una cumbre el mes próximo, hay pocas señales de que ambas partes están dando marcha atrás. Estados Unidos aumentó los aranceles para productos chinos por valor de 250 mil millones de dólares en mayo, mientras que Pekín respondió con impuestos adicionales a las importaciones estadunidenses con valor de casi 60 mil millones de dólares. Trump amenazó con imponer aranceles sobre otros 300 mil millones de dólares en importaciones de China.
Trump muestra la voluntad que tiene para usar los aranceles como una herramienta de política de manera más amplia, y anunció que impondría nuevos aranceles a las mercancías que se envían desde México en un esfuerzo por obligar al gobierno mexicano a tomar acciones más firmes contra la inmigración ilegal. Lagarde dijo que esos aranceles “también son una preocupación”, y algunos republicanos en el Congreso se rebelaron en contra de esa medida, sobre todo en el Senado que está bajo control republicano, que evalúa un esfuerzo para bloquear los aranceles.
Los líderes estadunidenses, entre ellos el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo, se reunieron ayer con una delegación mexicana de alto nivel en la Casa Blanca para discutir sus diferencias. No hubo un arreglo. Una de cada cinco de las principales empresas mexicanas con intereses transfronterizos —entre ellas los fabricantes clave de autopartes, el fabricante de refrigeradores Mabe, la compañía petrolera estatal Pemex y el productor del tequila José Cuervo— pueden ver sus ingresos afectados si Estados Unidos autoriza el lunes los aranceles, informó Fitch Ratings.
Fitch estimó que 20 por ciento de los 41 emisores transfronterizos principales para los cuales proporciona calificaciones se vería afectado.
Con información de Milenio.