México. – El clásico entre América y Chivas le dio vida a la Copa MX en donde las Águilas se impusieron a las Chivas 2-0 y las eliminaron de la copa.
Un juego que registró intensidad de los jugadores americanistas, resistencia de los futbolistas de Guadalajara y júbilo de los 56,600 aficionados que asistieron al estadio Azteca, que tuvo la mejor entrada en lo que va del año, y que presenciaron el triunfo 2-0 del equipo de Miguel Herrera.
La insistencia de América pudo vencer el dique defensivo del rival hasta el minuto 58, y fue gracias al gol de Bruno Valdez que el equipo campeón de Liga accedió nuevamente a las semifinales del torneo después de cinco torneos de no calificar a la antesala de la final. Desde que se retomó el torneo de copa en 2013, Águilas no ha podido llegar a la final.
Un signo de la intensidad de los jugadores de América en el juego fue el segundo gol del partido, obra de Nicolás Benedetti, el refuerzo colombiano que ingresó los últimos minutos del partido, pero que presionó a la defensa rojiblanca para quitarles el balón y vencer al portero Miguel Jiménez. Los jugadores que mandó Herrera a la cancha no escatimaron en sacrificio ni en crear oportunidades de gol, de ahí que Nicolás Castillo tuvo dos disparos a la portería que el portero de Chivas desvió para evitar el gol.
De aquellas noches de media semana en el estadio azteca con menos de 15,000 espectadores para presenciar los partidos de Copa, el clásico revitalizó la importancia del encuentro, ya que América se dejó llevar por la mayoría de los aficionados americanistas en la grada para agobiar a Chivas, un equipo que defendió su portería, teniendo la esperanza de llevar el partido a la definición por penales.
Casi lo conseguía, porque hasta el minuto 58, cuando Bruno Valdez aprovechó un rebote en un tiro de esquina, en donde Miguel Jiménez tuvo una mala salida para cortar el centro, América no podía vencer la portería rojiblanca.
Ya con la presión en el marcador y ante la eliminación, ingresaron Isaac Brizuela y Alan Pulido para reforzar el ataque de Chivas, que sólo creó un disparo de gol en 60 minutos de juego. No pudo acercarse a la portería de Agustín Marchesín y cuando buscaba empatar el encuentro en los minutos finales, Benedetti arrastró el balón desde media cancha, pasó un momento que perdió la pelota, pero su insistencia y presión lo hicieron recuperarla, para definir la eliminatoria.
América llegará al clásico de Liga con el estado anímico de la victoria en la Copa, de pelear por el trofeo que se les ha negado desde 2013, y con un golpe de autoridad sobre su rival, que apostó a defender su portería, guardando a sus mejores elementos en la banca, quizá apostando todo su potencial al partido del próximo sábado, cuando reciban a América.
Con información de El Economista.