MUNDO. Entre estudiantes de Estados Unidos aumenta el consumo de Adderall, una anfetamina utilizada para el tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
«La primera vez que lo tomé, las tareas del diario vivir parecían y se volvieron mentalmente más fáciles de manejar o de hacer e hizo todo mucho más fácil”, dijo Cameron Hayes, adicto en recuperación.
Así inicia la adicción al Adderall, una combinación de anfetaminas que tiene indicaciones médicas precisas.
«Su principal indicación está en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención tanto en niños como en adultos”, refirió el psiquiatra Héctor Pinedo.
Si bien el medicamento no se vende en México, existe un mercado negro de la sustancia con un blanco específico, jóvenes de preparatoria o universitarios que buscan mejorar su desempeño académico.
«Muy bueno me ha ayudado mucho a la concentración sobre todo en rendir en la Universidad y en la escuela”, agregó un testimonio anónimo.
Sin embargo, una cosa lleva a la otra y rápidamente los chicos encuentran que no sólo pueden concentrarse mejor, sino resistir más el cansancio de las desveladas permitiéndoles combinar noches enteras de fiesta con actividades académicas y laborales.
«Me pasaba toda la noche despierto y me desmayaba de tomar, y de todos modos yo seguía en pie, pero no tenía ni idea de lo que hacía, nada más porque el medicamento no te dejaba caer”, agregó Cameron Hayes.
Las consecuencias pueden ser muy graves.
«En su uso crónico puede llegar incluso a provocar cuadros de psicosis sobre todo de tipo paranoide que a veces son difíciles de distinguir por ejemplo de un primer episodio esquizofrénico”, concluyó el psiquiatra Héctor Pinedo
De ahí la relevancia de usar los medicamentos de prescripción únicamente de acuerdo con las indicaciones del especialista y por el tiempo determinado por el mismo.
En entrevista con Paola Rojas, la doctora Diane Pérez explicó que esto está ocurriendo en México.
«Afuera de preparatorias, de universidades están vendiendo esta sustancia obviamente de manera ilícita, lo grave es que nuestros jóvenes están teniendo acceso a este potente estimulante que tiene efectos similares a las metanfetaminas cuando se abusa de la dosis».
Advirtió que cada vez son más los jóvenes que recurren a este medicamento porque les estimula el sistema nerviosa y les ayuda a liberar dopamina.
«Llega el momento en que si ya no lo toman, no se sienten bien, se sienten cansados, no se pueden concentrar, no pueden hacer sus tareas y esto los lleva a abusar de la sustancia, a la adicción. Puede generar infarto, náuseas, vómito, perder el apetito, bajar de peso y lo más grave es la psicosis», agregó.
Con información de Diane Pérez / Foto: Noticieros Televisa