MÉXICO.- María Dolores Palacio tiene 68 años y vive en La Paz, Baja California Sur. Fue víctima de un fraude bancario.
De la nada, le llegaron mensajes a su celular de que había autorizado una cuantiosa transferencia a una mujer desconocida.
“Dije ‘estoy soñando, esto es una pesadilla, no puede ser’ (…) efectivamente, se retiraron así, en un abrir y cerrar de ojos, 304 mil pesos (…) jamás me llegó una notificación de que hubiéramos dado de alta a una persona con el nombre que aparece ahí”.
A Beatriz García, de 78 años, delincuentes le vaciaron su cuenta y para colmo retiraron dinero de un crédito que tenía preaprobado.
“Ellos pidieron un préstamo de 52 mil 500 pesos (…) tenía 8 mil 600 pesos, se lo llevaron también (…) No puedo pagar un préstamo de 52 mil 500 pesos que yo no solicité”.
Son solo dos ejemplos de los 20 mil 786 adultos mayores que han acudido de enero a julio de este año a la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, CONDUSEF, para levantar quejas imputables a un posible fraude bancario, pues sostienen que sus datos personales fueron vulnerados y que los bancos no tienen suficientes controles de seguridad internos.
Y es que, en años recientes, los delincuentes han intensificado sus ataques contra adultos mayores clientes de la banca y aseguradoras.
“Seis de cada diez quejas que recibimos son de adultos mayores”, indicó Elizabeth Noriega, vicepresidenta Jurídica de CONDUSEF.
La Asociación de Bancos de México estima que casi cuatro de cada diez fraudes cibernéticos en operaciones bancarias en México se cometen contra personas de la tercera edad, y asegura que en la mayoría de los casos los clientes son engañados para entregar sus claves o incluso sus tarjetas.
Como los fraudes que realizan los delincuentes en los cajeros automáticos. Colocan skimmers, que son aparatos que se ponen en las ranuras de los cajeros para copiar los números confidenciales de los clientes o bien espían o copian el NIP del adulto mayor cuando mete su tarjeta.
“Hay gente ahí que está preparada para cambiarles la tarjeta, para decirles que froten el chip, que ellos lo hacen y entonces les cambian la tarjeta, se llevan la del adulto mayor”.
Otro de los fraudes más frecuentes se da cuando un adulto mayor contesta llamadas de un número igual al de su banco. En realidad, son delincuentes que operan call centers clonados. Usan mascarillas digitales para que aparezca en la pantalla del celular del cliente el número del banco.
La vicepresidenta Jurídica de CONDUSEF reveló que también se investiga algunos casos en los que pudieran estar involucrados empleados bancarios deshonestos.
Sobre todo, cuando un adulto mayor acude a una sucursal para pedir ayuda para bajar la aplicación de su banco a su celular o bien para activar su banca electrónica.
“Casos en los que de alguna forma los empleados bancarios les ayudan activar, por ejemplo, banca electrónica y en ese momento se han quedado con datos y sí se ha propiciado que haya compromiso de datos de los usuarios”.
Cuando hay elementos para sospechar que un empleado bancario participó en un fraude contra un cliente, la CONDUSEF da vista a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la cual tiene competencia para revisar los sistemas de los bancos a quienes les hacen auditorias de tipo informático para verificar que la información del cliente esté resguardada.
Las recomendaciones para los adultos mayores, para evitar ser víctimas de fraudes son:
• No contestar llamadas de su supuesto banco y mucho menos darles a los presuntos empleados contraseñas o números de cuenta.
• No dar a empleados bancarios en sucursales claves o NIP.
• No dejar cheques firmados.
• No responder correos de sitios apócrifos de bancos ni mensajes SMS donde se les piden datos personales y números de cuentas.
• Guardar bien sus claves.
• Vigilar constantemente sus tarjetas y movimientos.
• Y no permitir ayuda de extraños en los cajeros automáticos.
¿En qué casos no puede ayudar a los adultos mayores el organismo de defensa de los usuarios de servicios financieros?, cuando con engaños, da sus claves y números confidenciales y de cuentas a los delincuentes.
Si un cliente bancario es víctima de fraude también puede presentar su denuncia ante la Fiscalía de Justicia local, para que se haga una investigación de tipo penal.
Con información de N+ / Guadalupe Flores