Irán. – Irán confirmó este domingo que comenzaba en las próximas horas a enriquecer uranio a un nivel prohibido por el acuerdo sobre su programa nuclear de 2015.
Con esto amenazó con liberarse de otras obligaciones en ’60 días’. En dos comunicados separados, Londres y Berlín pidieron a Teherán en términos similares de revocar su decisión. Los dos países indicaron que estaban en contacto ‘con las otras partes’ involucradas para decidir una respuesta a la decisión iraní.
Dentro de algunas horas, Irán reanudará el enriquecimiento de uranio 235 a un nivel de pureza superior al 3.67 por ciento, declaró poco antes a la prensa Behruz Kamalvandi, portavoz de la organización iraní de energía atómica, sin precisar el nuevo nivel. La víspera, un asesor del guía supremo iraní precisó que las necesidades del país para sus ‘actividades pacíficas’ correspondían al uranio enriquecido al 5 por ciento, un nivel lejos del 90 por ciento necesario para la fabricación de una bomba atómica.
Pese a las críticas, Teherán afirma que su decisión de liberarse paulatinamente de algunos de sus compromisos solo busca salvar el acuerdo nuclear iraní firmado en Viena en julio de 2015. Es parte de la respuesta iraní a la decisión de Estados Unidos de salir unilateralmente de este pacto en mayo de 2018 y de restablecer las sanciones contra Irán. Este nuevo giro ocurre en un momento de escalada militar entre Washington y Teherán en el Golfo.
El viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, amenazó el domingo con liberarse de otras obligaciones en materia nuclear, sin precisar cuáles, en ’60 días’, al menos que se encuentre una ‘solución’ con sus socios para responder a sus peticiones. Estas trataron esencialmente de la posibilidad para Irán de seguir vendiendo su petróleo y de comercializar con el exterior, eludiendo las sanciones estadunidenses. Araghchi también recordó que Irán podía dar marcha atrás en cualquier momento si se satisfacían sus peticiones.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que la supervivencia del acuerdo de Viena dependía de los europeos. Según él, «cada una de estas medidas sólo podrá anularse si [Berlín, Londres y París reaccionen] conforme» al texto. El acuerdo lo habían firmado en Viena Irán y seis grandes potencias (China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania) tras 12 años de crisis por el programa nuclear iraní. En virtud de este texto, Irán se comprometía a no hacerse con la bomba atómica y a limitar drásticamente sus actividades nucleares, a cambio de una retirada de las sanciones internacionales que asfixiaban su economía.
Trump justificó la salida de este pacto al acusar a Irán de no haber renunciado realmente a dotarse del arma atómica y de ser la causa de todos los males en Oriente Medio. Irán siempre negó querer la bomba atómica. La reimposición de sanciones estadunidenses hizo huir a las empresas extranjeras que habían empezado a regresar a Irán y hundió su economía. El 8 de mayo, Teherán anunció que renunciaría a dos de los compromisos asumidos en Viena: el respeto del límite fijado a sus existencias de agua pesada (1,3 toneladas) y el impuesto a sus reservas de uranio débilmente enriquecido (330 kg).
Con información de Excélsior.