MUNDO.- El papa Francisco besó el miércoles una bandera ucraniana que, según él, le trajeron desde la «martirizada» ciudad de Bucha, denunció la «masacre» perpetrada allí y reiteró su llamado a poner fin a la guerra.
Francisco sostuvo la bandera mientras recibía a media decena de niños ucranianos en la sala de audiencias del Vaticano. Le regaló a cada uno un gran huevo de Pascua de chocolate y exhortó al mundo a rezar por ellos y por todos los ucranianos.
«Las noticias recientes de la guerra en Ucrania, lejos de traer alivio y esperanza, trajeron testimonios de nuevas atrocidades, como la masacre en Bucha, una crueldad horrenda perpetrada contra civiles, mujeres y niños indefensos», declaró.
«Son víctimas cuya sangre inocente clama al cielo e implora que se detenga esta guerra y que callen las armas. Basta de diseminar la guerra y la destrucción», agregó.
Alzó una bandera ucraniana sucia, que según él arribó al Vaticano desde Bucha, abandonada por los rusos, quienes perpetraron una matanza intencional de civiles, según las pruebas que han surgido.
El papa la besó y dijo: «Esta bandera viene de la guerra, de la martirizada ciudad de Bucha… No los olvidemos. No olvidemos al pueblo de Ucrania».
Y señalando a los niños, dijo que «estos niños tuvieron que huir para llegar a un lugar seguro. Esto es fruto de la guerra».
Después de una respuesta inicial tibia, Francisco ha expresado indignación ante la invasión rusa, aunque se ha abstenido de mencionar a Rusia o al presidente Vladimir Putin por su nombre, acorde con la tradición diplomática de la Santa Sede.
Francisco ha tratado de mantener abierto un camino de diálogo con el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Cirilo, quien es un aliado de Putin. En declaraciones a la prensa al regresar de Malta la semana pasada, Francisco dijo que intentaba organizar un segundo encuentro con el patriarca, que aparentemente ha justificado la guerra al decir que rusos y ucranianos son «un solo pueblo» y al describir el conflicto como una batalla «metafísica» contra Occidente.
Ucrania denuncia más de 100 ataques aéreos rusos sobre Mariúpol
Las autoridades de Ucrania han denunciado que las tropas rusas ha llevado a cabo un total de 118 ataques aéreos contra la ciudad costera de Mariúpol, sitiada durante semanas por el Ejército ruso en el marco de la invasión a Ucrania.
Según la comisionada de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, Liudmila Denisova, los bombardeos más intensos se han dado en Mariúpol, si bien también se han llevado a cabo en otros puntos de la geografía ucraniana, como en Lisichanks, Popasna o Severodonetsk, todas estas ciudades del óblast de Lugansk.
Así, en la mencionada región se han llevado a cabo unos 80 bombardeos en la última jornada, mientras que en el óblast de Járkov se han registrado cerca de 30 ataques aéreos, muchos de ellos contra instalaciones civiles, según recoge la agencia Ukrinform.
En este contexto, Denisova ha denunciado que los ataques rusos constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como una violación de los Convenios de Ginebra de 1949, centrados en la protección humanitaria de los civiles afectados por conflictos bélicos.
Por tanto, la comisionada de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano ha instado tanto a Naciones Unidas como a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a que investiguen estos presuntos atentados contra los derechos fundamentales.
Finalmente, ha incidido en la petición del Gobierno de Ucrania para que la comunidad internacional apruebe una zona de exclusión aérea sobre el país. También ha hecho un llamamiento para que los países socios brinden «armas para luchar» contra Rusia.
Con información de AP y Europa Press