Ciudad de México.- El Banco de México (Banxico) advirtió de la posibilidad que la política económica de la nueva administración podría generar más inflación y una fuerte desaceleración, riesgo que preocupa que pudiera darse de manera simultánea.
Lo anterior en un entorno de bajo volumen de comercio internacional, el riesgo del alza en los precios del petróleo y la posibilidad de una recesión en Estados Unidos.
Así lo manifestaron en lo particular y en lo general, los cinco miembros de la junta de gobierno del banco central, durante la reunión del pasado dos de agosto cuando se decidió mantener por unanimidad la tasa de referencia en 7.75 por ciento.
De acuerdo con la minuta número 61 de la reunión, en el análisis y motivación de los votos, se puso de manifiesto que existe la posibilidad de que enfrentemos una fase cíclica de la economía en que la inflación se sitúe persistentemente por encima de su meta, mientras la economía muestra una fuerte desaceleración e incluso por debajo de su potencial.
Algunos miembros destacaron como factor a considerar, los efectos que pudieran tener los posibles cambios la política económica de la nueva administración.
Uno de ellos, precisó que entre estas medidas podría estar el cambio en la política de determinación del salario mínimo.
Con la asistencia únicamente del subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Miguel Messmacher, un miembro notó el riesgo de un deterioro en la posición fiscal, la cual estructuralmente es muy vulnerable.
Otro agregó a la lista de riesgos para los mercados nacionales y el tipo de cambio, la incertidumbre entre los inversionistas sobre las características del paquete económico que presentará al Congreso de la Unión la próxima administración federal.
Algunos señalaron que en los próximos meses un elemento crucial para la preservación de una política macroeconómicasólida serán las acciones en materia de finanzas públicas que anuncie y lleve a cabo la próxima administración federal.
Uno de ellos especificó que, en el corto plazo, es indispensable disipar posibles dudas sobre la congruencia entre algunas de las iniciativas contempladas y el fortalecimiento de la posición fiscal.
Asimismo, indicó que también será importante tomar acciones para asegurar la solidez de las finanzas públicas en el largo plazo.
Ello en virtud de las posibles presiones derivadas del gasto público en distintos rubros como los pagos de pensiones, el gasto en salud y el costo financiero de la deuda, a lo que en su opinión podría añadirse el gasto en inversión de empresas productivas del Estado que la siguiente administración federal está contemplando.
Durante la reunión, se ponderó que es necesario dar certeza a la inversión privada sobre las acciones que serán adoptadas por el siguiente gobierno en áreas clave y evaluar con cuidado cómo abrir espacios para una recuperación de la inversión pública.
Con información de El Universal.