MUNDO.- El presidente estadounidense, Joe Biden, equiparó el martes a su par chino, Xi Jinping, con «dictadores» durante una recepción con donantes del Partido Demócrata en California.
Al hacer referencia a la reciente crisis en la que Estados Unidos derribó un globo chino que Washington afirmó ser espía, Biden dijo que Xi «no sabía que estaba allí».
«Esa fue la gran vergüenza para los dictadores, cuando no sabían lo que pasaba», agregó el presidente.
«Cuando fue derribado él estuvo muy avergonzado y negó que siquiera estuviera allí», agregó.
Biden, de 80 años y aspirante a la reelección, también elevó sus preocupaciones sobre el gigante asiático al decir a los donantes que «China está en verdaderas dificultades económicas».
Biden también dijo sobre China y Xi que «ahora estamos en una situación en la que él quiere tener de nuevo una relación», y elogió el «buen trabajo» de Blinken en Pekín, pero advirtió que «tomará tiempo».
La del martes no fue la primera declaración fuerte de Biden en una ceremonia de recaudación de fondos, en general eventos pequeños sin cámaras ni grabadoras donde los periodistas escuchan y transcriben los comentarios de apertura del presidente.
Por ejemplo, en uno de esos eventos en octubre, Biden habló de la amenaza de un «Armagedón» nuclear de Rusia.
Comentario de Biden es «extremadamente absurdo e irresponsable»: China
China calificó el miércoles de «extremadamente absurdos e irresponsables» los comentarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en los que describió a su homólogo chino, Xi Jinping, como un dictador.
El nuevo choque dialéctico se produce apenas un día después de la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a Beijing, que pretendía romper el hielo en unas relaciones que están en su peor momento histórico.
Las declaraciones de Biden en una recaudación de fondos en California «van totalmente en contra de los hechos, violan gravemente el protocolo diplomático e atentan gravemente contra la dignidad política de China», apuntó el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning.
«Es una provocación política flagrante. China expresa su firme insatisfacción y oposición», afirmó Mao en una conferencia de prensa diaria.
«Los comentarios de Estados Unidos son extremadamente absurdos e irresponsables», agregó.
La visita de Blinken, que incluyó una reunión con Xi, tenía como objetivo aliviar las tensiones entre las dos superpotencias, pero no parece haber logrado resultados firmes.
En un acto de recaudación de fondos el martes en la noche, Biden dijo que Xi estaba avergonzado por las recientes tensiones en torno a un presunto globo espía chino que fue derribado por la Fuerza Aérea estadounidense sobre la costa este del país.
«Es una gran vergüenza para los dictadores. Cuando no saben lo que ha pasado», afirmó Biden.
Mao reiteró el argumento de Beijing de que se trataba de un globo de investigación meteorológica que se desvió accidentalmente de su trayectoria.
«Estados Unidos debería haberlo gestionado con calma y profesionalidad», indicó el vocero. «Sin embargo, distorsionó los hechos y utilizó fuerzas para exagerar el incidente, revelando plenamente su naturaleza de intimidación y hegemonía».
La visita de Blinken estaba prevista inicialmente para febrero, pero se aplazó debido al incidente del globo. Aunque supuso la reanudación de los contactos de alto nivel entre Washington y Beijing, China sigue negándose al diálogo entre sus ejércitos.
En los últimos días, Estados Unidos dijo que aviones y buques de guerra chinos han realizado maniobras amenazantes para los socios estadounidenses en el estrecho de Taiwán y el mar de la China Meridional, a pesar de los protocolos acordados entre ellos para evitar este tipo de incidentes.
Durante la visita de Blinken, China reiteró sus firmes objeciones al respaldo de Washington a la isla democrática autogobernada de Taiwán, que Beijing reclama como parte de su territorio. Estados Unidos ha tratado de impedir también el acceso de China a tecnología punta de fabricación de chips informáticos que podrían emplearse para fines militares, y acusó a China de robar propiedad intelectual estadounidense.
Tras reunirse con Xi el lunes, Blinken reconoció que existen diferencias arraigadas. «No nos hacemos ilusiones sobre los retos de gestionar esta relación. Hay muchas cuestiones en las que discrepamos profundamente, incluso con vehemencia», afirmó.
Con información de AFP y AP