MÉXICO.- Las recientes lluvias combinadas con los elevados caudales de aguas residuales y la urbanización han ocasionado niveles atípicos de inundaciones en la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo; específicamente en Tula.
El 7 de septiembre el río Tula se desbordó; más de 3 mil 600 hectáreas de cultivo afectadas y 30 mil personas damnificadas.
Las autoridades indicaron que esta situación se debidó a las lluvias registradas durante aquella madrugada y a otros factores como la urbanización y porque el cause del río era insuficiente debido a las aguas residuales que recibe a través del Túnel Emisor Oriente, el cual evita a su vez inundaciones en el Valle de México.
Un día antes, el 6 de septiembre, 32 colonias de Ecatepec, en el Estado de México resultaron afectadas también por inundaciones.
Y a finales de agosto, habitantes de las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero también sufrieron las consecuencias de las lluvias combinadas con drenajes colapsados por basura y otros residuos.
Se calcula que cada año en México se pierden 230 millones de dólares por inundaciones y 22 millones de mexicanos viven expuestos a desastres causados por esta situación.
Debido a lo anterior, en días pasados el Gobierno de Hidalgo se pronunció a favor de elaborar un plan integral con las autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México para mitigar la contaminación de aguas en la región de Tula.
En entrevista con Paola Rojas, el doctor en urbanismo, Gustavo Madrid, dijo que es necesario hacer una estrategia de cuenca entre la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo.
«Hacer una estrategia de cuenca, porque es lo que no ha habido. Hay una visión fragmentada y terminas afectando a los más pobres porque son siempre los que se encuentran en los márgenes, en las partes bajas y reciben el impacto (…) estamos desahogando una cuenca, contaminándola y no podemos seguir pateando el bote, eso ya no funciona».
Asimismo se refirió a las posibles soluciones.
«Las soluciones clásicas siempre han sido ‘vamos a hacer un tubo más grande’, eso es lo que se ha venido haciendo por generaciones, en cambio deberíamos explorar soluciones como retener la mayor cantidad de agua posible en nuestras zonas boscosas, en nuestras zonas de transición, en los humedales del sur de la ciudad como Xochimilco o Tláhuac, restaurarlos, y al mismo tiempo incluir soluciones de infraestructura azul e infraestructura verde en las zonas urbanas (…) si equipas las calles con sistemas de absorción que eviten que el agua llegue toda a la coladera y se mezcle con el agua sucia reduces el impacto de estos riesgos», agregó.
Con información de «Al aire con Paola» / Arely Melo