Francia.- Un consejo de más de 50 naciones reunidas en Versalles, Francia, determinó que se iba a cambiar la forma de medir el kilo a partir del 20 de mayo del 2019.
Este viernes 16 de noviembre se aprobó una renovación del sistema de medidas internacionales que gobierna el comercio mundial y otras actividades. Científicos que vienen trabajando en esto desde hace décadas celebraron la decisión ya que se considera una revolución en la forma en que los humanos miden y cuantifican el mundo.
La redefinición del kilo fue un cambio que se viene gestando desde hace tiempo. Durante más de un siglo, el kilo fue definido como la masa de un cilindro de una aleación de platino e iridio que era guardada en una caja de alta seguridad en Francia. Desde entonces el cilindro conocido como ‘Le Grand K’ (El Gran K), ha sido el gran referente internacional del kilo desde 1889.
Ahora, el kilo y otras unidades de medida serán definidos usando valores numéricos que entran dentro de una tarjeta de presentación que previamente fue aceptada por el consejo. Estos cambios entrarán en vigor el 20 de mayo.
El Gran K y sus seis copias oficiales, guardados en la misma caja de seguridad de las afueras de París, serán retirados pero no olvidados ya que los científicos quieren seguir estudiándolas para ver si sus masas cambian con el correr del tiempo.
Aunque esto es un cambio oficial y mundial el cambio no tendrá un impacto práctico para la mayoría de las personas ya que representa una variación extremadamente pequeña a la que estamos acostumbrados. Sin embargo se espera que el nuevo kilo permita mediciones más precisas de masas muy pequeñas o muy grandes, y ayude a generar innovaciones en la ciencia, la industria, los estudios del clima y otros terrenos.
La humanidad cuenta con siete unidades de medida principales: el metro para las longitudes, el kilogramo para las masas, el segundo para el tiempo, los amperes para la corriente eléctrica, el kelvin para las temperaturas, el mol para la cantidad de una sustancia y la candela para la intensidad luminosa.
De las siete, el kilo era la última que todavía tenía como referente un objeto físico, el Gran K. Éste se exponía a que en caso de algún accidente o existencia de una contaminación que no se pudiera controlar, todo el sistema quedaría descabezado.
Los científicos coinciden en que la votación del viernes marcó un hito en los esfuerzos de la humanidad por cuantificar y comprender el mundo, remontándose a la época en que los babilonios medían masas con piedras.
Con información de El Financiero.