México. – Inversionistas extranjeros se dijeron decepcionados por las medidas anunciadas por el gobierno para revertir el deterioro financiero de Pemex.
Empresas como J.P. Morgan, Eurasia Group, Citi, y BBVA consignaron que el gobierno sigue fallando en dimensionar el tamaño del problema que enfrenta Pemex, que, detallan, es de solvencia, caída de producción de petróleo y alto endeudamiento.
Para Citi —que en una nota utilizó al beisbol como analogía— el más reciente movimiento de la administración lopezobradorista, un alivio de liquidez por un monto aproximado de 5,200 millones de dólares, quedó lejos de ser un hit, para ser más bien strike, el segundo, quedando al borde del ponche.
Desde Nueva York, J.P. Morgan, refirió a sus clientes que el gobierno parece estar dividido entre los que entienden que el problema de Pemex es de solvencia, y los que no lo tienen claro. Y advirtió que, con estas dudas, es muy poco probable que la petrolera pudiera conseguir acceso al mercado este año.
“Tenemos menos confianza de que el gobierno entienda seriamente el problema que enfrenta Pemex, dado el pequeño apoyo que representan las medidas anunciadas”, expusieron.
En la nota, firmada por la CFA de Corporate Research en J.P. Morgan, Julie G. Murphy y el economista en jefe para México, Gabriel Lozano, consignaron que en el banco de inversión siguen creyendo que en los puestos clave de la secretaría de Hacienda entienden el problema en el que se encuentra la empresa estatal y están trabajando para resolverlo. “Pero vemos que otras facciones del gobierno no lo entienden realmente”.
Desde Londres, Eurasia Group comunicó a sus clientes que “la estrategia de ayuda a Pemex suena irreal. Aun reduciendo la corrupción y concediendo que la lucha contra el robo de combustible libere recursos para hacer a la compañía más eficiente, la brecha fiscal, el bajo Capex, las limitadas habilidades e ineficiencias financieras de la empresa dificultarán que se desarrolle sin apoyo de la inversión privada”.
En una nota, destacaron que esta dificultad del gobierno para atajar el problema de la petrolera, más la “ambiciosa agenda de gastos y costos crecientes de diferentes temas que continúan emergiendo” conducirán a un deterioro de la situación fiscal del gobierno para el año 2020. “Cualquier ayuda brindada a la compañía y en general a combatir el deterioro de Pemex se realizará a expensas de las cuentas fiscales”, refirieron.
Con información de El Economista.