MÉXICO.- Casi 4 mil indocumentados que forman parte de la caravana migrante llegaron el martes a Pijijiapan, Chiapas, luego de caminar 25 kilómetros desde la comunidad de Galeana, municipio de Mapastepec.
“Imagínese usted yo traigo los pies que ya no doy más y mi salud tampoco, pero yo para atrás no regreso; yo me he quedado de último, pero a mi paso llego”, dijo una migrante cubana.
La marcha inició a las cuatro de la mañana para evitar las altas temperaturas y los intensos rayos del sol.
Tras varios días de caminata muchos migrantes comienzan a presentar algunas enfermedades principalmente los niños. Hay fatiga, cansancio, calenturas y casos de dengue, pero a pesar de ello los padres de los menores insisten en seguir caminando.
«¿La bebé cómo está? Está más o menos. ¿No se ha enfermado la bebé? Tenía fiebre. ¿Y ahorita cómo va? Ahorita está bien”, comentó Paul Hipólito, migrante de Haití.
“Cansado ya. ¿Los niños cómo van? Todos van cansados (…) él anda un poquito malo de los ojos, de la garganta, pero ahí va (…) también con un poquito de calentura le pude dar un poquito de medicina y se le calmó un poco”, dijo José Imar Jiménez, migrante de El Salvador.
Para atender a los casi 4 mil migrantes solo hay dos ambulancias que acompañan a la caravana una de grupo beta y otra de protección civil municipal que solo cuentan con lo necesario, curaciones y pastillas para dolor de cabeza y suero oral.
Desde hace 9 días una organización médico-humanitaria acompaña a la caravana y han ofrecido más de dos mil consultas.
“Al principio nos pedían mucho medicamento para el dolor, para la fiebre, después fueron muchas curaciones, muchas personas con los pies lastimados con rozaduras y los últimos diría cuatro o cinco días hemos visto cómo se está agravando la situación, como está empeorando la salud más que nada de los niños, muchos niños con fiebre, con gripe, con tos, deshidratados”, dijo Laura Benitez, coordinadora de Proyectos de Organización Médico Humanitaria GRM.
El cansancio y las altas temperaturas han provocado que la caravana comience a dispersarse, ya no se observan grandes grupos.
Después de 137 kilómetros caminados, entre los migrantes hay desesperación y algunos comenzaron a pensar en abandonarla como Samaí quien decidió dejar a su pareja y amigos porque dice que el camino es difícil.
«¿Te vas a entregar? Si (…) Mejor voy a sacar papeles. ¿Está muy difícil la caminata? Sí, venís con amigos y mi pareja, pero el sigue (…) ya de días me quería regresar, es muy difícil”, dijo Samaí, migrante de Honduras.
Se espera que la caravana continúe el miércoles por la tarde hacia Tonalá un tramo de 74 Kilómetros.
Con información de Noticieros Televisa