MÉXICO.- Después de cuatro semanas y 500 kilómetros recorridos la caravana migrante llegó a Sayula, Veracruz, la parte final de la primera etapa en su ruta a la Ciudad de México.
Llegaron desgastados física, psicológica y económicamente tras caminar por tres entidades del país.
Están cansados, enfermos y lastimados, después de tantos días.
A pesar de los esfuerzos del Grupo Beta y del Instituto Nacional de Migración, en los últimos días ya han sido pocos los migrantes que se han entregado para tramitar la visa humanitaria.
Pero también, ya son mucho menos los migrantes que se mantienen en la caravana, apenas unas 500 personas, según el estimado de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.
Quienes más han sufrido las penurias del viaje, son las madres de familia y sus hijos.
Angustia por las enfermedades, el calor, el frío y el hambre o por el temor de perder a los niños.
A Rosaura se le enfermó su bebé de seis meses de edad… Le dio tos, fiebre, también una infección en los ojos y le picaron los mosquitos… Pero lo que en realidad le quitó el sueño, fue el intento de algunas personas a lo largo de la ruta, de quererle comprar al niño.
“Ay, sí, pues si a este ya me lo han pedido en todo el camino. La gente, me ofrecen dinero, que se los regale, cuánto, si yo a mi hijo no lo regalo, dos mil, 10 mil, pero no”, dijo Rosaura.
Este fin de semana, los migrantes que integran la caravana se trasladarán a la ciudad de Acayucan donde descansarán varios días y donde esperan fortalecerse y reorganizarse, para emprender la marcha hacia la Ciudad de México la semana próxima.
Con información de Noticieros Televisa / Jorge Morales