Estados Unidos. – Estados Unidos no quiere iniciar una guerra con Irán, pero tomará todas las medidas para garantizar la navegación de buques petroleros por las rutas marítimas de Medio Oriente.
Lo anterior lo afirmó Mike Pompeo, secretario de Estado del gobierno de Donald Trump. La tensión entre EU e Irán es alta tras las acusaciones de Trump de que Teherán estuvo detrás de los ataques del jueves pasado contra dos petroleros en el Golfo de Omán, una ruta vital para el transporte de crudo.
“No queremos la guerra. Hemos hecho todo lo posible para frenarla”, afirmó Pompeo en una entrevista con Fox News Sunday. “Los iraníes deben entender muy claramente que continuaremos tomando medidas que disuadan a Irán de participar en este tipo de acciones”, agregó.
“Lo que deben asumir es que vamos a garantizar la libertad de navegación a través del estrecho”, dijo en la entrevista.
Pompeo aseguró que existen nuevas pruebas de la responsabilidad de Irán, más allá de unas imágenes de video publicadas tras los ataques. “La comunidad de inteligencia tiene mucha información, mucha evidencia. El mundo podrá ver gran parte de ella”, sostuvo. Irán rechazó las acusaciones y las califica de “infundadas”, agregando que se efectuaban sin un «”rozo de prueba factual o circunstancial”.
En una entrevista con la televisora estadunidense CBS, Pompeo confirmó que un dron MQ-9 Reaper de EU cayó el 6 de junio por el impacto de un misil disparado desde Yemen, y que según evaluaciones ese ataque se efectuó “con asistencia iraní”. Según precisó el Comando Central del Departamento de Defensa (Centcom), en ese ataque se utilizó una versión mejorada del misil tierra-aire iraní SA-7.
Arabia Saudita también culpó a Irán el sábado de los ataques y pidió a la comunidad internacional que tome medidas rápidas para asegurar los suministros de energía en el Golfo Pérsico. Los dos petroleros dañados en la región del Golfo fueron puesto ayer al buen abrigo en Emiratos Árabes Unidos.
Adam Schiff, congresista demócrata y presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, uno de los principales críticos de la administración de Donald Trump, dijo que las pruebas sobre la participación iraní en los incidentes “son muy convincentes”.
“Creo que esta es una metida de pata de primera clase por parte de Irán», dijo el legislador en el programa de la cadena CBS “Face the Nation”.
Con información de Milenio.