MÉXICO.- La tormenta que el lunes 16 de septiembre provocó 39 inundaciones en la Ciudad de México es la más fuerte que se ha registrado este año, indican datos de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC).
En siete sitios se reportaron lluvias por encima de 40 milímetros acumulados, el doble de los 20 milímetros que son clasificados como una lluvia muy fuerte.
La estación pluviométrica de Estadio Azteca, en Coyoacán, reportó 81.5 milímetros, al tiempo que la de Topilejo, en Tlalpan, llegó a 70.2.
Según el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), en este año se han registrado 27 tormentas.
Especialistas y autoridades señalaron que la red de desagüe quedó rebasada.
«La red de drenaje en toda la Zona Metropolitana debe llegar a los 20 mil kilómetros de tuberías, de ellos 11 mil 500 están en la Ciudad de México, eso da idea de la amplitud de los problemas», expuso el investigador de la UNAM, Manuel Perló.
«Hay un mantenimiento deficiente, ni siquiera sabemos en qué estado se encuentra en la red, así como hay un programa de reparación de fugas de agua, también debería haber un plan de detección de fallas del drenaje».
Con tormentas cada vez más intensas ante el cambio climático, debe cambiar el enfoque para manejar las lluvias, demandó el especialista del Instituto de Investigaciones Sociales.
«No hay que llevar toda el agua al Drenaje Profundo o al Túnel Emisor Oriente (TEO), hay que pensar en retener una parte en cada vez más superficies de absorción», apuntó Perló.
El diagnóstico fue compartido por personal de la Alcaldía Tlalpan.
El director de obras de la demarcación, Alejandro Martínez, subrayó que la lluvia ha rebasado los promedios anuales que solían ser de 40 milímetros, en contraste esta última semana se registraron precipitaciones superiores a los 60 milímetros.
El también responsable del Operativo Relámpago, dedicado a atender afectaciones por las lluvias, señaló que una de las principales razones de las inundaciones es la falta de infraestructura hídrica, sobre todo, en la zona alta de Tlalpan, en donde el drenaje no cuenta con la suficiente capacidad para recibir grandes cantidades de lluvia.
«Nosotros teníamos identificados al menos nueve puntos en la Alcaldía que son considerados de alto riesgo de inundación, pero ahora hemos tenido hasta 23 puntos atendidos en una sola noche», resaltó.
El lunes, la Administración atendió 52 reportes, entre ellos por inundaciones en casa habitación, encharcamientos en avenida principales y por la caída de 10 árboles.
«Las lluvias de este fin de semana nos rebasaron totalmente; por ejemplo, nosotros tenemos siete camiones y, tan sólo ayer, hubo 23 solicitudes; esto hace que los tiempos de atención pasen de máximo 90 minutos, a más de 4 horas», apuntó.
«Las tuberías se pusieron hace como 100 años y se hizo el cálculo del grosor de las tuberías con las lluvias de ese momento, pero ahora son insuficientes y la cantidad de lluvia que cae ya no alcanza a irse».
URGEN POR NUEVO MODELO
La sobreexplotación de agua potable con los pozos provoca hundimientos, que hunden el suelo y rompen los tubos del desagüe, planteó la especialista de la Contraloría Nacional Autónoma del Agua, Elena Burns.
«Se gastaron 50 mil millones de pesos en el TEO, lo que permitió evitar que el agua llegara a Texcoco y construir el Aeropuerto, pero esa obra tiene problemas para llevar el agua hasta allá», apuntó.
El volumen de las tormentas del lunes tuvo que ser bombeado desde Tlalpan, Xochimilco o Coyoacán al TEO.
«Estamos preguntando de dónde vamos a traer agua potable, pero no habilitamos los lagos, cuando hay espacio para almacenar el agua, tratarla, potabilizarla y reusarla aquí en la cuenca», apuntó Burns.
Agregó que el modelo hidráulico con túneles para sacar la lluvia hacia Hidalgo, los trasvases desde el Sistema Cutzamala y los pozos utraprofundos, llegó a su límite.
«El reto del siglo 21 es darle lugar al agua, almacenarla, aprovecharla y darle vueltas aquí, con espacios para manejarla, un modelo que ya comenzó con la potabilización del agua en la Presa Madín», anotó Burns.
En la laguna de Zumpango está en proceso un proyecto para captar agua de lluvia y potabilizarla, señaló.
EL DÍA DESPUÉS
En el sur de la Capital se registraron afectaciones a negocios y vehículos.
El auto de Miguel González fue uno de los que resultó arrastrados por las corrientes que se formaron en Calzada de Tlalpan, a la altura de Huipulco.
«Yo estaba en los baños (públicos), oí que las personas que estaban dentro decían ‘está lloviendo’ y, pues, yo no sabía la magnitud de la lluvia; ya cuando salí, ya no podía pasar, porque el agua estaba hasta arriba», contó.
En la Colonia Toriello Guerra, en Tlalpan, las inundaciones alcanzaron domicilios.
«Fue horrible, una granizada y una lluvia, y eso que no llovió tanto tiempo», contó una vecina.
Con información de Reforma