MÉXICO.- Se trata de uno de los últimos ríos que corren a cielo abierto entre los límites de la Ciudad de México y el Estado de México.
Es el Río Tecamachalco, hoy reducido a un enorme contenedor de aguas residuales y de toneladas de pet, de plástico, de basura.
«Cuando empezaron a limpiar acá a la vuelta en el puente, porque aquí sí corría el agua y vinieron los del distrito y vinieron dos días, pero no limpiaron (…) sí sacaron tráileres de tierra y lodo, pero esa basura no se la llevaron. Toda la echaron para acá», señaló Martín Rodríguez, habitante de Naucalpan.
Cerca de 10 mil familias viven y respiran todos los desechos que corren por este río y desembocan en la presa San Joaquín, pero de acuerdo con los vecinos, la contaminación y los olores fétidos incrementaron desde hace unos meses cuando el Sistema de Aguas de la Ciudad de México inició obras en la zona para recuperar la capacidad de regulación de la Presa Tecamachalco.
«Empezaron a llegar camiones y máquinas y pues talaron el área verde que había en la zona federal frente de donde vivimos y cambiaron el cause del Río Tecamachalco», indicó Gabriela Alarcón, habitante de la alcaldía Miguel Hidalgo.
Aunado a los problemas generados con las nuevas obras, los vecinos también añaden otro: la descarga de aguas negras a los cauces de los ríos.
«Nos fuimos dando cuenta que estaban excavando, que trajeron máquinas y que modificaron el cause del río, que taparon el paso del agua y que además incrementaron el nivel de captación del vaso regulador», afirmó Marlene Cabeza, administradora de condominios.
La presa de Tecamachalco forma parte de los 16 vasos reguladores de aguas pluviales de la Ciudad de México, se construyó hace 50 años para regular y evitar inundaciones en la zona.
Sin embargo hoy también acumula contaminación.
«Había este río de aguas negras que rara vez olía, pero porque corría rápidamente, iba hacia la presa San Joaquín, pero ahora lo que nos comentan es que cerraron el paso de este río y ahora están inundando, están usando este espacio regulador de aguas pluviales de antes y lo convirtieron en un vaso regulador, pero de aguas negras y sobre todo que está muy cerca de una gran cantidad de población», indicó Alarcón.
Habitantes de la zona solicitaron a los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México mayor información sobre los trabajos en la Presa Tecamachalco antes de que las consecuencias puedan ser mayores.
«Me preocupa mucho porque estamos pues en primer lugar respirando mucho polvo de un río contaminado y en segundo lugar me preocupa mucho que cuando lleguen las lluvias ese lago de aguas negras que se creó recientemente probablemente se va a desbordar y nos va a inundar», agregó Gabriela Alarcón.
En entrevista con Paola Rojas, el doctor en Urbanismo, Gustavo Madrid, dijo que la intervención de las autoridades generó otro problema.
«Lo que está pasando es una falta de visión de cuenca, o sea, atacan la última parte del problema y dejamos pasar todo lo que pasa antes que es un hábito que tenemos en este país. No se detectan si hay descargas irregulares, no se hace una limpieza, no se hace un trabajo social, no se informa y lo que ha padecido esta ciudad es la falta de visión de cuenca, entender que vivimos en un ambiente cerrado. No tenemos un plan para atenderlo y se van. haciendo soluciones parciales que no es que estén mal, simplemente que están incompletas y van generando problemas a su paso».
Señaló que es una tendencia el hecho de no hacer planes a largo plazo.
«Lo que necesitaríamos aquí es un plan para decir ‘voy a sanear esta cuenca y después aquella’ con una serie de medidas importantísimas como: detener las descargas irregulares sanitarias. Lo mismo en los barrios ricos que barrios pobres. Hemos detectado un montón de descargas a lo largo de estas cañadas que además son pulmones. Deberían estar llenos de vegetación, llenos de vida, y en lugar de eso los usamos de drenaje».
Indicó que los trabajos que se están haciendo en el Río Tecamachalco «seguramente lo hicieron con la intensión de prevenir inundaciones, que para eso son estas presas de regulación».
«Pero la falta de visión de largo plazo pues no se dan cuenta que tenemos toda una contaminación de olores, de basura».
El experto agregó que forma parte de un grupo que desde hace mucho tiempo ha pugnado porque se desarrolle un plan de cuenca, «que se entienda que todo es un ecosistema».
«Si se siguen haciendo parcialidades terminas haciendo parches y generando otro problema. Es también llamar a conciencia a la sociedad sobre el manejo de su basura de todo lo que podemos hacer desde casa».
Con información y foto de Noticieros Televisa