MUNDO.- Científicos de todo el mundo, incluidos mexicanos, están estudiando la relación de los genes y la infidelidad, ya que este comportamiento podría tener su origen en cuestiones biológicas.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia publicaron en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences los resultados de un estudio según el cual los hombres que carecen de la variante de un gen que influye en la actividad del cerebro tienen mayor capacidad de compromiso con la mujer. Esta mutación es un enlace directo entre los genes del hombre y su aptitud para la monogamia.
Otros estudios sobre fidelidad y su relación con sustancias químicas del cerebro, como la vasopresina y la dopamina, han sido en roedores de la misma especie tanto monógamos como polígamos. Los resultados fueron sorprendentes.
Ignacio Camacho Arroyo, investigador de la Facultad de Química de la UNAM, dijo: “Lo que se hizo fue estudiar primer si había una diferencia en el gen de los monógamos y los polígamos y sí se encontró que había esa diferencia. Entonces la siguiente pregunta fue, qué tal si yo, el gen de los monógamos se los pongo a los polígamos en etapas muy tempranas al desarrollo embrionario, y qué pasará entonces en etapa ya adulta. Lo que encontraron fue que los que eran polígamos ya no presentaron esta conducta, sino eran monógamos”.
Los resultados provocaron que científicos de Suecia y Estados Unidos estudiaran las variantes del receptor de la vasopresina y oxitócica en hombres.
Ignacio Camacho Arroyo, investigador de la Facultad de Química de la UNAM, destacó: “Las personas que tenían ciertas variantes, tenían o eran más infieles o tenían mayor número de parejas o tenían mayores problemas maritales. Lo que ha llevado a pensar a que puede haber cierta pre disponibilidad para la infidelidad”.
En México, durante 25 años, el doctor Rolando Díaz ha estudiado el comportamiento de las parejas mexicanas y todo lo relacionado con el proceso de enamoramiento y de la infidelidad.
Rolando Díaz Loving, psicólogo social de la UNAM, comentó: “Los seres humanos, de acuerdo a la psicología evolutiva, son monógamos seriales. Tienen tres meses de enamoramiento, tres años de apego y después viene la biodiversidad o el cambio de pareja”.
Además de conocer los gustos y valores de su pareja, se debe investigar también en sus raíces biológicas.
Con información de Arely Melo