MUNDO.- Cientos de casas quedaron destruidas y al menos 33.000 personas recibieron orden de evacuar debido a un incendio en Colorado (oeste de Estados Unidos), una región que enfrenta una sequía histórica sumada a fuertes vientos, según las autoridades.
En el condado de Boulder, hoteles, centros comerciales y más de 650 hectáreas de vegetación fueron consumidas por las llamas.
«Sabemos que aproximadamente 370 casas en Sagamore fueron destruidas. Hay otras 210 casas que pueden haberse perdido en Old Town Superior», señaló en una rueda de prensa el sheriff del condado de Boulder, Joe Pelle.
Un área de más de 6 km2 fue devorada por las llamas en el condado de Boulder, donde viven unas 100.000 personas, y autoridades advierten que el fuego está avanzando en zonas habitadas y comerciales.
«Quiero enfatizar que debido a la magnitud e intensidad de este incendio y a que ocurre en un área muy poblada, no sería sorprendente que haya heridos o fallecidos», afirmó Pelle, quien precisó que una tienda y un complejo hotelero fueron consumidos por las llamas.
El Servicio Nacional de Meteorología afirmó que se trata de una situación «que está colocando vidas en peligro».
Patti Holtz describió el terror de dejar su hogar en Boulder, a unos 50 km de Denver, la capital de Colorado.
«Todo estaba en llamas», sostuvo.
«Hay brasas por todas partes. Así que me da mucho miedo, por supuesto, con el viento. (…) Estaba tan oscuro que no puedes ver nada. Es como el negro de la noche», describió.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, declaró el estado de emergencia e indicó que se trata de un incendio «devastador».
Como anteriores fuegos en el estado, este está avanzando en zonas residenciales y no en el campo.
«Esta área en llamas está alrededor y dentro de asentamientos suburbanos, de tiendas», explicó.
«Es como el vecindario en el que tú vives, como el vecindario en el que cualquiera de nosotros vive, y 6km2 (de fuego) cerca de un centro poblado puede ser, y es, en este caso, absolutamente devastador», reflexionó Polis, también presente en la rueda de prensa.
Como buena parte del oeste de Estados Unidos, Colorado atravesó años de una sequía que ha dejado el área reseca y vulnerable a los incendios forestales.
Aunque los fuegos son una parte natural del ciclo climático, ayudando a limpiar la vegetación, su escala e intensidad está aumentando.
Científicos advierten que el cambio climático, mayoritariamente impulsado por actividades humanas como la indiscriminada quema de combustibles fósiles, está alterando los patrones meteorológicos.
Esto prolonga sequías en varias áreas y provoca inusuales tormentas fuera de época en otras regiones, un fenómeno que se espera empeore a medida que las temperaturas en todo el mundo continúen aumentando.
Daniel Swain, meteorólogo de la Universidad de California, tuiteó que es «difícil de creer» que estos incendios ocurran en diciembre, cuando no suelen registrarse.
«Pero si tomamos un otoño cálido y seco, con sólo 2,5 cm de nieve en lo que va de estación, y añadimos una tormenta de viento extrema… el resultado son incendios extremadamente rápidos y peligrosos», concluyó.
Con información de AFP