México.- La cantante Christina Aguilera le regaló una noche apasionante y emotiva al pueblo mexicano, 18 años después de su último concierto en tierras mexicanas.
En sus 20 años de carrera, Christina Aguilera solo ha visitado México con alguna de sus giras en dos ocasiones: en 2001 y 2019. Tuvieron que pasar 18 años, la llegada a una vida adulta, tuvieron que pasar para el regreso de una de las tantas divas del pop a nuestro país y justo eso fue lo que mostró en el escenario, madurez y total dominio, figurativa y literalmente, no por nada, se presentó en el foro del Palacio de los Deportes a las 20:45 horas en un trono futurista para dar inicio al último show del X tour con el tema “Bionic”.
Cuando Christina Aguilera se presentó en México en aquel 2001 era considerada una alternativa pop a Britney Spears, que en ese momento era la incuestionable reina del género tras el lanzamiento de “I’m a slave 4 U”, para muchos considerada como su mejor canción.
Lo que ni la industria ni los fans de Christina esperaban era el desdoble de personalidad de la cantante que en 2002 tuvo un parteaguas en su carrera gracias a Stripped, su disco más reconocido por la crítica y uno de los materiales pop más destacados de aquella década.
Dos fueron las características que en ese momento la marcaron para el resto de su carrera: una propuesta visual transgresora, alejada de lo que la industria requería (hace 17 años las disqueras mandaban y lo que querían eran jóvenes sugerentes pero no sexuales) y su potente voz.
Tras interpretar su primer gran éxito, “Genie in a bottle”, la cantante se dirigió a su público mexicano.
“Dios mío, se siente muy bien estar aquí, hace mucho tiempo que no nos veíamos. Después de andar por todo el mundo, ahora estoy aquí con el X tour tras 20 años de pelear, de ser fuertes y estoy muy inspirada por sus historias y todo lo que hemos vivido y sufrido. Se siente increíble cerrar este ciclo profesional a pesar de hacer esto desde que tenía siete años. No puedo esperar para hacer más música para ustedes, pero ahora, por estar en Ciudad de México quiero hacer algo especial”, dijo la cantante para mostrar su buen español con el tema “Pero me acuerdo de ti”.
La anfitriona quiso complacer a sus seguidores al interpretar sus éxitos en nuestro idioma como “Contigo en la distancia” y “Falsas esperanzas”, donde las enormes pantallas, la pirotecnia, el cuerpo de ocho bailarines y el sofisticado juego de luces no fueron necesarios, ya que la voz de la neoyorkina bastó para llenar el escenario.
Christina aprovechó para proyectar imágenes de marchas feministas con letreros que hacen referencia a la lucha con su imagen física, una batalla que mediáticamente ha decidido luchar. “No tengo que ser perfecta”, “Las niñas importan” y “No vamos a ser silenciadas” fueron algunos de los mensajes enviados al público para rematar con la legendaria frase de Cher: “Mi mamá me dijo algún día que tendría que sentar cabeza y casarme con un hombre rico. A lo que le respondí: mamá, yo soy un hombre rico”.
El cierre del recital fue un homenaje a la década de los 80, el voguing, las drag queens y su público LGBT, la cual la ha seguido con fidelidad por estos 20 años. Versiones con acento disco de “Candyman”, “Accelerate”, “Feel This Moment” fueron bailados por los asistentes. Con hora y media de duración, el show concluyó con los temas “Fighter” y “Let There Be Love” y la frase “Vive la vida en el amor”, adornada con la bandera del arcoíris.
Con información de Milenio.