MUNDO.- El balance de muertos a causa de los terremotos registrados la semana pasada en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha ascendido a más de 36.200, según los últimos balances oficiales, que sitúan en más de 31.600 el número de fallecidos en territorio turco.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado en un comunicado publicado en su página web que hasta el momento se han confirmado 31.643 muertos y 158.165 heridos en las diez provincias afectadas por los seísmos, que tuvieron su epicentro en Pazarcik, en Kahramanmaras.
Asimismo, ha resaltado que desde el primer terremoto se han registrado más de 2.700 réplicas y ha detallado que cerca de 35.500 trabajadores de equipos de búsqueda y rescate trabajan en la zona, incluidos más de 9.700 llegados desde otros países.
Las autoridades turcas crearon un puente aéreo para el traslado de personal y materiales a la región, mientras que 26 barcos han sido asignados a la región para tareas de apoyo, traslado de personal y material y evacuación de heridos.
Por otra parte, a las provincias damnificadas han sido enviadas más de 200.000 tiendas de campaña y dos millones de mantas para dar apoyo a los afectados. A la zona han llegado también 334 cocinas móviles y otros sistemas de apoyo para dar alimentos a los damnificados.
A este balance de muertos hay que sumar más de 4.500 fallecidos en Siria, incluidos 1.414 en las zonas controladas por el Gobierno y unos 3.160 en las áreas en manos de los rebeldes en el noroeste del país, según los datos de la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’.
Sin embargo, el director regional de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, afirmó el domingo desde Damasco que el organismo calcula que al menos 9.300 habrían muerto en Siria –unas 4.800 en zonas controladas por las autoridades y 4.500 en áreas en manos rebeldes–, si bien matizó que ahora mismo no hay forma de realizar una proyección ajustada.
«Nos tememos que estos números van a seguir aumentando, en particular conforme vayamos recibiendo más acceso a esas zonas», dijo. Por su parte, el director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS,
Michael Ryan, describió un panorama catastrófico al estimar que el sistema de salud de Siria ha quedado «pulverizado» por diez años de inestabilidad y ahora es imposible que brinde una atención adecuada.
Con información de Europa Press