4 hábitos que mejorarán tu calidad de vida
Cuando pensamos en llevar un estilo de vida saludable, muchas veces nos limitamos a la idea de las restricciones que tendremos que hacer en nuestros hábitos y eso puede ocasionar cierto nivel de ansiedad. Pero si pensamos un poco más y damos el primer paso, veremos que más allá de implicar esfuerzo, adquirir nuevas rutinas será una recompensa que nuestro cuerpo y nuestra mente agradecerán, pues alcanzaremos progresivamente objetivos como adelgazar, aumentar nuestra autoestima, sentirnos más ágiles o con más motivación.
Para comenzar, debemos considerar tres aspectos fundamentales:
- Tener tiempo personal y descansar
Muchos suelen subestimar este factor, pero dedicar todo nuestro tiempo solo al trabajo o a los estudios, puede llegar a limitar la calidad de vida, llegando a causar trastornos como ansiedad, estrés, fatiga o depresión. Es importante buscar un balance entre el trabajo, escuela, familia, amistades y el tiempo necesario para ti. Haz siempre un espacio en tu agenda para leer, ir al cine, bailar o cualquier otra actividad que disfrutes.
Por otro lado, dormir adecuadamente tiene un efecto positivo inmediato sobre la vida diaria, mejora el estado de ánimo, aumenta el nivel de energía y fortalece la salud, lo cual facilitará la transición de hábitos de alimentación y ejercicio.
- Comer balanceado
Una alimentación equilibrada debe incluir todos los grupos de alimentos (frutas y verduras, cereales y tubérculos, alimentos de origen animal y leguminosas), que contienen los nutrientes necesarios para que el organismo funcione correctamente. Empieza planificando el menú de la semana y reduce el consumo de grasas saturadas, alimentos altos en colesterol, sodio y azúcares añadidos. No olvides tomar dos litros de agua al día.
- Activar el cuerpo
La actividad física, además de ayudarte a alcanzar o mantener un peso saludable, también aumenta nuestra energía, reduce el estrés y disminuye el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Puedes empezar caminando 30 minutos al día de tres a cinco veces por semana, o elige una actividad que te motive y que puedas realizar al menos tres veces a la semana.
Lo ideal es buscar apoyo de especialistas para desarrollar planes de alimentación y actividad física personalizados. Y no dejes de reconocer y celebrar tu constancia en cada paso avanzado en el camino a tener una vida plena.
