Ciudad de México. – California convocó por primera vez a la Guardia Nacional para ayudar a proteger la población de los incendios, como el que arrasó la ciudad de Paradise hacia finales del año pasado.
Los efectivos asignados a la protección fronteriza, dispuestos por el presidente Donald Trump, se dedicarán a la protección contra incendios, otro aspecto en el que el presidente ha criticado a los funcionarios demócratas de California hasta el punto de amenazarlos reiteradamente con retirarles los fondos federales para situaciones de desastre.
«A partir de abril, 110 efectivos de la Guardia Nacional de California se entrenarán durante 11 días en el uso de palas, rastrillos y sierras para desbrozar árboles y maleza», dijo el vocero del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios, Mike Mohler.
Divididos en cinco equipos, recorrerán el estado para realizar proyectos de administración forestal que consistirán principalmente en limpiar la vegetación para restar combustible a las llamas.
«Serán tropas en el terreno que realizarán proyectos de combustibles junto con las cuadrillas de CalFire (bomberos)», dijo Mohler. «Anteriormente han combatido inundaciones y participado de distintas operaciones, pero esta sería la primera vez que participan de desbrozar la maleza y administrar los bosques».
Sin embargo, no es la primera vez que salen a combatir incendios.
El gobernador Arnold Schwarzenegger fue el primero en tiempos recientes en emplear efectivos de la Guardia Nacional como bomberos. Eso sucedió el 4 de julio de 2008, cuando las tormentas eléctricas provocaron cientos de incendios, dijo el teniente coronel de la guardia, Jonathan Shiroma.
El entrenamiento es similar al que reciben los bomberos. Mohler dijo que también serán capacitados en administración forestal «para que no salgan simplemente a limpiar la maleza» sino con conciencia de lo que hacen.
Por ejemplo, los bomberos suelen reducir las líneas de fuego a ras de tierra durante los incendios forestales activos, mientras las cuadrillas de administración forestal realizan desbroces menos intensos de árboles y maleza para demorar el avance de las llamas.
Los detractores dicen que este trabajo daña los bosques y puede resultar inútil contra las llamas impulsadas por el viento, como las que saltaron un río para provocar una lluvia de cenizas candentes sobre Paradise, matando a 85 personas en esta población de 27 mil personas en el norte de California.
«CalFire adopta el método Trump de deforestar el bosque y debilitar las protecciones ambientales críticas, exactamente lo contrario de lo que deberíamos hacer», dijo la científica Shaye Wolf, del Centro para la Diversidad Biológica. Es preferible dar mayor protección contra incendios a las casas y podar la vegetación que las rodea.
Con información de Milenio
