MÉXICO.- Hay miedo entre las mujeres por los niveles de violencia en algunas zonas del país, por lo que buscan paralizadores eléctricos, conocidos como “taser” y gases pimienta para protegerse.
“Traigo un taser. Lo traigo a la mano, esto es una luz y mira”, indicó Karla, estudiante.
Karla lleva en su bolsa un «taser». Dice estar preparada para usarlo en caso de ser necesario.
“Me he sentido con temor, en algunas ocasiones ando caminando en las noches, por aquí, por la Ciudad de México, pues tengo que traerlo en la mano para sentirme segura y sí me ha tocado en ocasión que venían siguiendo, gracias a Dios no pasó nada, logré resguardarme en una tiendita y todo bien”, indicó Karla, estudiante.
«¿Cuánto te costó? Aproximadamente 150 pesos”, respondió Karla.
En los últimos meses han subido de precio en más de un 30% en tiendas del Centro de la Ciudad de México. Y en ventas en línea, mucho más. Es decir, se está lucrando con el miedo de las mujeres.
Los comerciantes atribuyen a que se han agotado.
“A partir de que en pandemia todo subió de precio, obviamente también estos, como son importados llegan a aumentar por la demanda que tienen”, refirió un comerciante del Centro Histórico.
«¿Cuánto cuestan ahora? Desde 299, 329, 399”, indicó.
Hace dos meses el gas pimienta costaba menos de 200 pesos.
La venta de los gases y paralizadores no está regulada en la Ciudad de México.
Según la Secretaría de Seguridad Ciudadana no se deberían utilizar porque se desconoce el contenido de los gases y no se tiene un buen conocimiento de su uso.
“Pues no está regulado, no es algo que se pueda comercializar, vender, de forma abierta. Dos, hay mucha desinformación sobre cómo se utilizan”, destacó el suboficial Manuel Juárez Gómez, Fuerza de Tarea SSC-CDMX.
Para la Policía de la Ciudad de México lo mejor es la prevención, buscar la forma de acercarse a un policía o buscar un botón de pánico para pedir auxilio.
“Muchas veces, creen que con estos aparatos ya están seguras, cuando en realidad hay muchas herramientas, independientemente de nuestro trabajo preventivo, si nos solicitan un apoyo lo van a tener, es importante practicar un deporte, artes marciales, cambiar el enfoque, antes de tener una agente de descarga, tener esa parte preventiva”, indicó el suboficial Manuel Juárez Gómez, Fuerza de Tarea SSC-CDMX.
Karla buscó usar un paralizador porque, dice, usar un gas se le podría complicar más. Cuando lo compró, no le explicaron cómo usarlo, lo adquirió en línea.
“Sí, es más complicado, en lo que lo sacas, lo destapas y demás, es más complicado, el taser lo tienes a la mano y sabes el botón blanco es una lampara y el rojo es el taser. Pues sí, hay que saber utilizarlo”, externó Karla, estudiante.
En la avenida Juárez, en la Ciudad de México, de cada 10 mujeres a las que se le preguntó si tenían uno de estos objetos, 6 dijeron que sí y muchas de ellas lo traían.
“De hecho sí tengo un gas, lo ocupo cuando salgo a pasear con mi perro”, refirió Edith, estudiante.
“Creo que en general hay temor en muchas mujeres, porque está fea la situación”, añadió Lorena, estudiante.
Mientras no esté regulada su venta, será decisión de las mujeres su uso y responsabilidad de las autoridades protegerlas.
Con información de N+ / Guadalupe Madrigal