Estados Unidos.- Antes del «Súper Martes», el encuentro fue el más determinante para los demócratas, cuando votantes de 14 estados seleccionarían al candidato ideal para retar al actual mandatario, Donald Trump.
El último debate de las primarias del Partido Demócrata antes del decisivo Súper Martes del próximo 3 de marzo en Estados Unidos empezó este martes con siete candidatos en Carolina del Sur, estado que votará este sábado.
Sobre el escenario en Charleston participan los senadores Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, el exvicepresidente Joe Biden, el exalcalde Pete Buttigieg y los multimillonarios Michael Bloomberg y Tom Steyer.
La congresista Tulsi Gabbard es la única candidata que sigue en las primarias que no logró cumplir los requisitos para participar del debate.
Sanders concentra las críticas de rivales y le pasan factura por elogiar a Cuba
Los candidatos a la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos atacaron este martes al favorito Bernie Sanders, en un reñido debate en el que le cuestionaron su capacidad para congregar votantes y vencer a Donald Trump.
El debate celebrado en Charleston a cuatro días de las primarias en Carolina del Sur fue una oportunidad para el exvicepresidente Joe Biden de darle un impulso a su campaña, después de resultados decepcionantes en las tres primeras votaciones.
Los rivales de Sanders criticaron sus posturas de izquierda y sus planes, principalmente la reforma para dar una cobertura universal de salud, como demasiado radicales para congregar al electorado estadounidense.
Sanders, que ganó en las primarias en New Hampshire y en Nevada – desestimó las críticas de ser demasiado “radical” y dijo que tiene a su favor el ser capaz de inspirar la participación.
“La forma de derrotar a Trump – que es lo que quiere todo el mundo – es que necesitamos una campaña con energía y emoción, y necesitamos volver a traer a la clase trabajadora al Partido Demócrata”, se defendió.
Carolina del Sur es la última votación antes del “Súper Martes“, una jornada en la que votan simultáneamente 14 estados y los candidatos se disputan un tercio de los votos necesarios para la nominación.
Biden, que en Carolina del Sur deberá probar que sigue siendo un candidato viable, advirtió que Sanders era blando en materia de control a la tenencia de armas, y el exalcalde Michael Bloomberg dijo que Rusia lo intenta ayudar para beneficiar a Trump.
“Vladimir Putin piensa que Donald Trump debería ser presidente de Estados Unidos y por eso es que Rusia lo está ayudando a ser elegido, para que pierda con él”, dijo Bloomberg.
La senadora Elizabeth Warren y el exalcalde de South Bend, Pete Buttigieg, dos candidatos que necesitan un impulso si quieren seguir en la contienda, atacaron el programa de Sanders por sus costos.
Buttigieg, un veterano del ejército de 38 años, advirtió que el “caos” que generaría la postulación de Sanders, va a dividir a los estadounidenses.
Warren dijo que comparte la agenda progresista de Sanders pero remarcó que tienen profundas diferencias.
“Yo me empapé en los detalles”, dijo la senadora.
En su defensa, Sanders citó un estudio de la Universidad de Yale que explicó que un plan de seguro universal de salud salvaría 68.000 vidas cada año y supondría un ahorro de 450 mil millones de dólares.
Durante el debate Sanders respondió a la polémica generada por sus declaraciones cuando fue consultado en el programa de TV “60 Minutos” sobre comentarios que hizo hace tres décadas sobre países como Cuba, en particular destacando que Fidel Castro había realizado una campaña de alfabetización.
“Yo me he opuesto al autoritarismo en todo el mundo”, dijo Sanders en el debate.
“Claro que hay una dictadura en Cuba”, afirmó, recalcando que sus comentarios no son tan diferentes a declaraciones hechas por el expresidente Barack Obama, que inició un acercamiento con La Habana en 2014.
Aunque condenó el trato a “disidentes presos” en la isla, sus afirmaciones el domingo dispararon las críticas de los otros contendientes y de los legisladores demócratas en Florida, un bastión de los cubanos anticastristas y un estado bisagra clave para ganar la Casa Blanca.
“Creo que es una buena idea ser honestos sobre la política exterior estadounidense y eso incluye el hecho de que Estados Unidos derrocó gobiernos por todo el mundo en Chile, en Guatemala, en Irán y cuando las dictaduras, ya sea en China o Cuba, hacen algo bueno, uno lo reconoce”, dijo Sanders durante el debate.
El exvicepresidente Joe Biden dijo que el contexto en que se expresó Obama había sido diferente, ya que estaba en el extranjero y dijo que el exmandatario nunca aceptó a “regímenes autoritarios”.
Tras decepcionantes resultados en Iowa y New Hampshire, Biden, de 77 años, levantó cabeza en Nevada, donde sumó 20%, por detrás del 46,8% que consiguió Sanders.
El exvicepresidente necesita un resultado contundente en Carolina del Sur, en un momento en que volvió a caer en los tropiezos verbales que sus rivales le reprochan. En un nuevo error dijo que estaba en campaña para el Senado, donde tuvo un escaño durante 36 años hasta que asumió como vicepresidente en 2009.
Su ventaja de casi 15 puntos en las encuestas de Carolina del Sur se esfumó en pocas semanas y Sanders ya le pisa los talones.
Pero Biden se mostró enérgico durante el debate. Al ser preguntado sobre si se retiraría en caso de una derrota el sábado, respondió desafiante: “Voy a ganar en Carolina del Sur”.
Con información de Noticieros Televisa.